Goteras, humedades, charcos en los pasillos y un ascensor inundado en un instituto gaditano

El IES Casas Viejas de Benalup tiene numerosas deficiencias crónicas por filtraciones de agua, denuncia el sindicato Ustea, que pide soluciones a la Junta de Andalucía

El ascensor del instituto Casas Viejas, inundado.
El ascensor del instituto Casas Viejas, inundado.

El IES Casas Viejas de Benalup tiene numerosas deficiencias crónicas por filtraciones de agua que la APAE (Agencia Pública Andaluza de Educación) y la Junta "prefieren ignorar" pese a la insistencia del equipo directivo y el riesgo y las limitaciones que entrañan para toda la comunidad escolar.

Debido a las filtraciones, el ascensor del edificio se encuentra cerrado y precintado, inutilizado; una vez más, el agua ha cubierto su base con más de 40 centímetros de profundidad, su maquinaria empapada impide el uso a tres alumnos en silla de ruedas y a una alumna más que, recientemente, sufrió un accidente y acude a su instituto en muletas.

Desde la Agencia Pública Andaluza de Educación llega la promesa de que el dinero está y lo arreglarán, pero los hechos no llegan más allá de esas buenas palabras y una vez más es el alumnado del centro quien sufre las consecuencias de las faltas de recursos tanto personales y materiales como es el caso de este ascensor, que es una adaptación de acceso básico que permite el acceso a sus clases y puedan estar en igualdad con el resto de sus compañeros y compañeras y no se sientan discriminados por su discapacidad física, apunta el sindicato.

Foto de David
Charcos en los pasillos del IES Casas Viejas.  

Es el propio centro, con su presupuesto orgánico destinado a sufragar los gastos comunes de un instituto público (luz, agua, materiales, biblioteca, departamento, planes y proyectos …) quien se ve obligado año tras año —ya llevan más de una década— a cercenar buena parte de esos ingresos para destinarlos a reparaciones y obras menores, a convivir con roturas de escayolas, roturas de tubos, grietas, humedades y charcos en pasillos muy transitados, a soportar cortes del suministro eléctrico cuando salta el automático por los problemas del agua o su escasa potencia. Más de 5.000 euros se van cada año por el desagüe ante estas reparaciones de urgencia.

Apuntan que además, han tenido que reparar por su propia cuenta partes del patio que por las lluvias se embarraba y suponía un riesgo importante para el alumnado, puesto que se han producido pequeños accidentes como resbalones y caídas. Además, deja una zona inhábil, que se utilizaba para educación física y para los recreos. 

Ustea Cádiz hace un seguimiento exhaustivo de este centro y se unirá a las movilizaciones que se lleven a cabo desde la comunidad educativa del centro si no existe una pronta respuesta.

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