“Verdadera oportunidad única. Complejo enoturístico compuesto por bodega, restaurante, viña, aparcamientos y mucho más. Más de 33 hectáreas, cepas viejas. Totalmente operativa y funcionando. Un auténtico tesoro para elaborar vinos y vinagres. Absténganse intermediarios, trato directo y profesional”. El mensaje, publicado en la página Milanuncios, oferta la venta de la bodega Viña La Constancia, por un precio superior a los 2,4 millones de euros.
El anuncio, publicado el 17 de octubre, cuenta con más de 37.000 visualizaciones, aunque fuentes de la bodega contactadas por lavozdelsur.es desconocían su existencia. De hecho, este periódico ha intentado recabar el testimonio de responsables de Viña La Constancia sin éxito. La bodega, situada en el kilómetro 1,8 de la carretera del Calvario, pertenece a la empresa Bodegas Herederos Nicolás Martín S.L., que a su vez es propietaria de un mosto-bodegón y de La Bodeguita, un despacho de vinos ubicado en la barriada de Icovesa de Jerez.
“La edificación de las bodegas de crianza biológica y crianza oxidativa tiene lugar en el año 1975, desde entonces, en esta bodega familiar se elaboran vinos artesanales de calidad, fruto de la constancia del buen hacer de la familia Martín Rubio”, recoge Viña La Constancia en su web, aunque la fundación se produjo unos años antes, en 1969, cuando se plantó el primer viñedo en la extensión superior a las 30 hectáreas que abarca, en un subpago que pertenece al pago de Macharnudo Bajo.
La bodega, con 50 años de historia, que ha celebrado durante este 2019, tiene más de 800 botas —de las 20 con las que empezó a principios de los años 70 del siglo pasado— y produce todo tipo de vinos, fino, amontillado, palo cortado, oloroso, cream, Pedro Ximénez y moscatel, además de vinagres añejos.
Entrada de la bodega Viña La Constancia. FOTO: MANU GARCÍA
La Bodega San Nicolás, la primera en construirse, en principio se utilizó como bodega de crianza, luego pasó a ser restaurante-mosto y en la actualidad sirve como salón de eventos y celebraciones, con una capacidad para 120 personas. Viña La Constancia, además, se abrió al enoturismo a partir de 2016, cuando pone en marcha la iniciativa Vino & Flamenco en Viña La Constancia, fusionando la gastronomía de la zona con los vinos de la bodega y el flamenco.
"Nuestras visitas se desarrollan en base a un amplio recorrido, comenzando a pie de campo entre sus líneas de cepas, con hermosas vistas a la campiña jerezana. Un guía especializado en enología, enseñará a los visitantes todo el proceso de crecimiento de la vid hasta la recogida de sus frutos durante el periodo de vendimia", recoge la bodega en su web. "Tras el paseo, la visita continúa en el interior de las bodegas de crianza biológica y crianza oxidativa, donde descubriremos el tradicional proceso de envejecimiento de los vinos, finalizando con una cata de vinos en el interior de la bodega", añade.
Viña La Constancia también impulsa iniciativas novedosas, como Siesta en la bodega, permitiendo a cualquier persona poder dormir entre botas de vino en Viña La Constancia, o Yoga entre viñas, que permite realizar esta práctica en sus instalaciones, que ahora están a la venta, o eso parece, por una cifra superior a los 2,4 millones de euros.
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