El presidente del Consejo Regulador del Jerez-Xérès-Sherry y la Manzanilla de Sanlúcar, César Saldaña, trata de no ser derrotista ante los malos datos de la vendimia 2005 en cuanto a producción y, sin dejar de ser realista, trata de ver algunos aspectos positivos de la campaña, a punto de cerrarse. En conversación con lavozdelsur.es, afirmó que la vendimia, que se va a ver reducida casi en un 45%, "es muy corta", pero que es algo que al ser los vinos de Jerez y Manzanilla vinos de crianza, no es algo tan determinante como en denominaciones de origen de vinos del año, ya que permite que se compensen las producciones de unas campañas a otras.
En ese sentido, recordó que en 2024 –con 62,4 millones de botas– la vendimia fue excedentaria y que, de hecho, todavía quedan varios miles de botas por colocar que, precisamente, vendrán a compensar una campaña tan reducida como la que ahora se inicia (Saldaña con esta afirmación está hablando, básicamente, del volumen de materia prima, aunque hay que tener en cuenta que la 'compensación' también puede referirse perfectamente a la variable económica que lleva consigo, que la materia prima de una única campaña no atiende las necesidades anuales que tiene el Marco de Jerez, así que no habrá una subida directa e inmediata que refleje el previsible incremento de la materia prima).
En esa clave positiva, Saldaña destacó también el buen estado sanitario en que se encuentra la uva y el alto grado baumé (potencial de convertirse el azúcar en alcohol) que presenta (12,4 grados), muy por encima de los 11,1 grados del año pasado. Aunque se puede considerar un poco 'chocolate del loro', es cierto que las bodegas tendrán que destinar menos alcohol etílico (menos coste, en definitiva) para el encabezado de los vinos.
Con todos estos pequeños 'considerandos' positivos, Saldaña concluye afirmando que "los mostos de esta campaña van a ser buenos, unos mostos muy interesantes, sin duda", lo que será también un plus a tener en cuenta.
Saldaña hizo un rápido análisis sobre cómo se ha llegado hasta aquí, que en lo sustancial poco o nada difiere de lo que ya sabemos, aunque con algunos matices interesantes. Primero hubo una plaga de mildiu "como nadie recuerda, que ya se llevó por delante aproximadamente un 30% de la producción" –porcentaje que coincide con los 44 millones de la primera estimación de vendimia que hizo el Consejo Regulador– y luego vino la ola de calor, que ya causó los estragos definitivos y llevó la vendimia a casi el 45% de reducción respecto a 2024. "La ola de calor nos soprendió... todos anhelábamos cierto levante porque estábamos viendo los racimos demasiado apretados, había un riesgo evidente de que engordaran tanto que reventaran y hubiera botritis. El problema es que no ha habido blandura (el rocío nocturno, a veces incluso neblina a primera hora, tan habitual en el Marco de Jerez), nada de humedad, y la planta ha 'robado' lo que necesitaba a la uva", explica Saldaña. Por eso hay tantos racimos que pesan tan poco, simplemente no tienen líquido...
En la actualidad queda abierto un único lagar en el Marco de Jerez, uno de González Byass por la zona de la Canariera. El último parte de producción (8 de septiembre) apenas se ha movido unas decena de miles de kilos, por lo que los registros, números redondos, siguen en 34,4 millones de kilos de uva y, de ahí, poco más se van a mover.
