Las bodegas y las cooperativas del Marco de Jerez negocian el precio de la bota de mosto (500 litros) para esta campaña. Dicho, precio, casi con toda probabilidad, estará con toda seguridad entre los 900 y los 1.000 euros.
Obviamente, no se trata de precios ‘oficiales’, no puede serlo, pero en la práctica sectorial sí, lo que no quita para que se aplique algún descuento a buenos clientes o, al revés (no parece que vaya a ser el caso, a tenor de la escasez de materia prima) se pida más por una compra pequeña y de última hora.
Entre 850 y 900 es el precio de salida en la negociación por parte de las bodegas, mientras que las cooperativas, de inicio, se mueve en el entorno de los 1.100 euros.
Para el lector más generalista, hay que decir que estas botas corresponden a la uva entregada en las cooperativas por sus socios viticultores durante la pasada vendimia (agosto y septiembre). Estas botas son vino del año (mosto, en la terminología al uso en el Marco), que se sirve al deslío y con su graduación natural. Enero (a veces también finales de diciembre) es el mes en el que habitualmente se produce la compra física y el traslado de esta materia prima a las bodegas, donde se encabezan y siguen su camino para reponer y refrescar el tradicional sistema de criaderas y soleras.
Por eso, es ahora cuando se cierra todo el tema de precios. Ya desde la vendimia, a tenor de los precios a los que se pagó la uva a los viticultores independientes -1,20 euros el kilo, con algunas operaciones que alcanzaron los 1,30 euros- se dio por supuesto que el precio de la bota de mosto difícilmente iba a bajar de los 900 euros por una simple proyección del precio de la uva, su aprovechamiento y los gastos que se generan en el propio proceso de elaboración y almacenado de estos mostos.
En un par de años la bota de mosto a más que duplicado su precio
Estos precios suponen un importante incremento respecto al año pasado, en que la bota para ‘clientes tipo’ ya anduvo por los 600 euros y algunas botas finales se vendieron sobre los 800 euros. Solo dos campañas antes la bota se pagó a unos 400 euros, con picos próximos a los 600, es decir, en dos años el precio del mosto se ha más que duplicado.
El motivo es muy sencillo: van cuatro campañas cortas (la pasada vendimia se quedó rozando los 50 millones de kilos de uva). No hay materia prima en el mercado y la que hay tiene que servir también para cubrir las necesidades del envinado de botas para posteriormente criar whisky y ron bajo la licencia ‘Sherry Cask’, un negocio en pleno auge en el Marco de Jerez.
Esta carencia de materia prima, que lógicamente terminará por dejarse sentir en el precio al alza de la botella de vino de Jerez más pronto que tarde, además va a crear distorsiones en el sector tal y como está planteado, ya que en estas condiciones es prácticamente imposible que las bodegas del Marco sigan teniendo vino para atender el segmento de línea blanca de las grandes cadenas de distribución, sobre todo en el exterior, que difícilmente aceptarán subidas significativas en este tipo de producto. Lo normal es que el vino disponible vaya todo a cubrir las necesidades de las marcas, que a su vez son las que tienen más posibilidades de que el consumidor acepte un incremento de precios. Pero todo esto lo iremos viendo los próximos meses...
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