Las nuevas Bodegas Serdio, a la recuperación del espíritu del abuelo

El proyecto de la familia Serdio Domecq aspira a aunar la elaboración de vinos de calidad con una importante oferta turística, en la que destaca la colección de enganches

José María Quirós, en las bodegas Serdio.
27 de diciembre de 2025 a las 08:00h

Bodegas Serdio es la última sensación en el Marco de Jerez. Esta firma ha comenzado a comercializar sus vinos –los vinos de Jerez, bajo el mismo nombre; los blancos de albariza (pasto) con distintos nombres, como Garat o Tabatiere– pero lo que es estrictamente la bodega no es más que una parte de un proyecto que va mucho más allá y toca distintos contenidos relacionados con el enoturismo, la cultura o los eventos.

Una verja medieval, enganches en miniatura... todo en una 'recuperada' nave bodeguera que se presupone que fue de los mercedarios.  JUAN CARLOS TORO

Su enólogo, José María Quirós, que muestra a lavozdelsur.es las distintas naves de las que consta este complejo, dice que la empresa ha agrupado varias naves bodegueras, de distintas procedencias en cuanto a propiedad y uso, en ese mismo enclave: calle Muro y plaza de la Merced. La mayoría de los cascos bodegueros proceden de Urium (casi todas las existencias provienen también de esta empresa que cesó su actividad hace ya unos años, aunque sus propietarios por ahora preservan la marca) y del almacén que allí tenía la empresa Donaire (distribución al por mayor de chucherías, frutos secos, algo de juguetería) en una nave adjunta a Urium. Se trata de un casco bodeguero sorprendente, en todos los sentidos: primero por su inusitada belleza y segundo por el uso que ha tenido durante décadas antes de volver a ser lo que, con toda seguridad fue en algún momento. Quirós afirma que, desde el minuto uno, la nueva empresa tenía claro que tenía que agrupar ambos espacios, que la idea no era solo comprar Urium. Por si fuera poco, una verja medieval procedente de una iglesia francesa desacralizada acota un espacio llamado a ser una sacristía de la bodega.

Y desde luego que acertaron. Una vez que se vació su contenido –por cierto, Quirós afirma que el 'material' fue muy aprovechado en su día por los ayuntamientos de Jerez y Sanlúcar para sus respectivas cabalgatas de reyes)– se trabajó en la restauración y adecentamiento de todo ese espacio, sacando la piedra y 'apareciendo' una nave que, en algún momento, se da por seguro que debió de pertenecer a Domecq y, con anterioridad, seguramente a los mercedarios, a la cercana basílica de La Merced.

¿Pero qué es Bodegas Serdio? ¿Quiénes son sus promotores? Pues se trata la familia Serdio Domecq. De los Domecq no hay nada que añadir escribiendo desde Jerez, y por lo que se refiere al apellido Serdio hay que decir que tiene distintos antecedentes en el negocio bodeguero, tanto en Jerez como en Cádiz. En efecto, tatarabuelos de la actual generación tuvieron ya negocios de tabancos y vinos en Jerez (en una zona casualmente cercana al nuevo proyecto), pero tal vez el negocio más destacado fue el de otros antepasados en Cádiz, una de las bodegas que había en la avenida de Portugal y que fueron desapareciendo. La de la familia Serdio, en concreto, se vendió en 1968 por un abuelo de los actuales promotores de la recuperación del nombre en el negocio.

Quirós, detrás de toda la gama de Bodegas Serdio.  JUAN CARLOS TORO
El antiguo almacén de la empresa Donaire, visto desde un altillo.  JUAN CARLOS TORO

Fue en 2019, justo antes de la pandemia, cuando la familia Serdio Domecq dio un paso adelante en su idea de volver al negocio de sus antepasados, para lo que comenzaron las negociaciones con Urium, que concluyeron con éxito hace más de dos años.

650 botas de existencias y dos viñas propias

El director general de Bodegas Serdio, Lorenzo García Iglesias, afirma que "aspiramos a dar la máxima calidad en los diferentes rangos de vejez en los que nos movemos, no solo en los VOS y VORS... que hay paladares que no demandan estos vinos tan potentes y tan exigentes. Eso sí, el que quiera guerra, la va a tener", dice bromeando, ya que afirma que algunos de sus vinos VORS se van a 50 años y que los de la segunda gama rondan los 20 años.

Vista exterior de Bodegas Serdio, en calle Muro con la plaza de la Merced.  JUAN CARLOS TORO
Un bonito patio en el interior de Serdio.  JUAN CARLOS TORO

Pero conozcamos más detalles de lo que es hoy Serdio y de lo que espera convertirse. Además de las naves bodegueras adquiridas y el vino –unas 650 botas–, la casa cuenta con dos viñas, una en el pago de Mahina, en el término de Sanlúcar, y otra en un clásico jerezano como es el pago de Macharnudo. La bodega, como es habitual en el Marco de Jerez los últimos tiempos, está ultimando también ofrecer a los visitantes una propuesta relacionada con el enoturismo... y cuenta con importantes atractivos para ello. 

La bodega dispone, por ejemplo, de más de treinta coches de caballos de todo tipo, una colección que fue adquirida al margen del resto de compras (casi todos estos coches están en la bodega). Incluso tiene una serie de miniaturas a escala de coches de caballos que, al parecer, en su época se realizaban no tanto por estética (son muy bonitos y están al borde de ser un juguete de hace más de un siglo) como para que el cliente se hiciera una idea de lo que estaba comprando. Sencillamente es una colección impresionante, que ocupa toda una nave bodeguera. Además, la casa también dispone de distintas estatuas de bronce (este cronista contó unas veinte) que son de distintos autores y datan de distintas épocas, pero que tienen un nexo común: todas tienen motivos taurinos y/o ecuestres.

La bodega tiene una colección de estatuas de bronce, todas relacionadas con el mundo del caballo y el toro.  JUAN CARLOS TORO

La idea, claro está, es que la zona de carruajes sea un museo dentro de la bodega, el complemento ideal de los vinos a la hora de generar visitas, que hoy por hoy es muy difícil vivir solo del 'eno' y el enoturismo ha dejado de ser una apuesta para convertirse casi casi en una necesidad.

Pero hay más, al fondo (hacia la iglesia de Santiago) Serdio ha adquirido también una nave anexa a la que pretende habilitar como una auténtica sala para eventos y celebraciones. Esto va a tardar porque la nave, que ya tuvo un uso similar en el pasado, se encuentra en un estado de abandono que requiere una reforma en profundidad debido a las filtraciones de agua y al derrumbe parcial del techo, lo que va a llevar su tiempo, así que se puede decir que dicha adecuación será la última fase del proyecto global que tiene en mente Serdio.

Bronces y enganches en una nave de Bodegas Serdio.  JUAN CARLOS TORO

Además, de forma paralela, Serdio promueve la construcción de un hotel, en una antigua casa palacio en las inmediaciones de la cercana plaza Belén, que contará con más de 40 habitaciones. Este hotel será, por supuesto, el complemento perfecto para el proyecto bodeguero y enoturístico de la familia Serdio Domecq en la confluencia de Muro-La Merced (plaza).

Sobre el autor

Carlos Piedras

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