Tras las advertencias de este lunes por parte de las organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción de que la reapertura de la mina de Aznalcóllar supondría verter más de 85.000 millones de litros de aguas contaminadas, la Junta se ha reafirmado en la intención de seguir adelante con el proyecto.
Lo ha hecho a través de las palabras del consejero de Medio Ambiente y portavoz, Ramón Fernández-Pacheco, que ha explicado que el 80% de las aguas residuales "se van a reutilizar para asegurar los procesos de extracción". Con lo cual, ha afirmado, "ese 80% lo sacamos de la ecuación". El 20% restante, según el consejero, "va a ser depurado con las máximas garantías y con la última tecnología disponible".
Las organizaciones ecologistas han presentado un manifiesto al consejero de Industria, Energía y Minas, Jorge Paradela, en el que advierten del vertido "tóxico y contaminante" de aguas con metales pesados al río Guadalquivir, vertido que estaría implícito en dicho proyecto. "Este vertido tóxico envenenará todo el estuario del Guadalquivir hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda, a las puertas del Parque de Doñana", explican Greenpeace y Ecologistas en Acción en el manifiesto.
Fernández-Pacheco, por su parte, ha afirmado contundente, en comparecencia posterior al Consejo de Gobierno de este martes: "Que nadie piense que esas aguas residuales que salen de la mina se van a verter directamente al Guadalquivir. Serán aguas depuradas".
Si bien el propio consejero ha empleado la palabra 'mina' para referirse al proyecto, en otro momento ha apuntado que "no estamos hablando de la reapertura de la mina, estamos hablando de un nuevo proyecto que no tiene nada que ver".
Ha señalado asimismo que el proyecto cuenta con "las máximas garantías medioambientales", y que son varias las consejerías que han "escrutado hasta el último detalle" del mismo. También ha puesto en valor que ha habido dos periodos de información pública.
Respecto a las cuestiones técnicas, Fernández-Pacheco ha explicado que va a haber dos puntos de control y que no se va a verter "ni un solo litro" al Guadalquivir hasta que la estación depuradora esté en funcionamiento. Sin embargo, para los ecologistas, ese proceso de depuración no es suficiente, pues señalan que "la carga contaminante máxima acumulada en los 18 años y medio de funcionamiento de la mina tiene un alto contenido en metales".
Comentarios