Verdemar Ecologistas en Acción ha anunciado que presentará alegaciones al Plan de Explotación de las playas de Algeciras, que se está tramitando por la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul en Cádiz. El plan abarca el periodo 2024-2027 y propone diversas intervenciones en las playas de Getares, El Chinarral, La Concha y El Rinconcillo. El plazo para la presentación de alegaciones finaliza el próximo 3 de octubre de 2024.
Una de las propuestas más polémicas dentro de este plan es la concesión para la instalación de un chiringuito en la playa de Getares, concretamente en la zona cercana al río Pícaro. Esta construcción ocuparía una parte del Dominio Público Marítimo Terrestre, un área de alto valor ambiental, según los ecologistas.
El proyecto contempla la construcción de una infraestructura de casi 150 metros cuadrados, ubicada frente a la urbanización "Los Camarotes". El chiringuito estaría conectado a la red de saneamiento municipal, lo que ha generado preocupación en cuanto al impacto ambiental que podría ocasionar en la zona.
Verdemar Ecologistas en Acción ha señalado que la playa de Getares ya cuenta con suficientes restaurantes y servicios hosteleros, por lo que considera innecesaria la ocupación de una zona tan emblemática y próxima al Parque Natural del Estrecho. Este espacio, según afirman, es uno de los últimos reductos naturales de la Bahía de Algeciras que ha sufrido menos transformación, y que además alberga altos niveles de biodiversidad.
La organización ecologista advierte que la construcción del chiringuito podría tener un impacto negativo en la desembocadura del río Pícaro y en las formaciones dunares de la playa, lo que pondría en riesgo la biodiversidad local. Según Verdemar, el ruido y el ajetreo generados por la instalación podrían afectar a las especies protegidas que habitan en la zona.
Asimismo, los ecologistas expresan serias dudas sobre la compatibilidad de este proyecto con el Plan de Gestión del Parque Natural del Estrecho. Aseguran que los niveles de alteración previstos son elevados y que las especies protegidas que viven en el área podrían verse gravemente afectadas por la actividad del chiringuito.
En particular, Verdemar destaca la fragilidad del ecosistema en torno al río Pícaro, un hábitat que califican de "crítico". Según la organización, un establecimiento como el propuesto, con bar y cocina, podría alterar significativamente el entorno en un radio de hasta un kilómetro.


