Pasear por las céntricas calles de Cádiz, recorrer el Campo del Sur, visitar alguna librería y parar para reponer fuerzas con un café y algo dulce: suena como el plan ideal para una tarde cualquiera de primavera.
La capital gaditana está repleta de sitios especiales donde poder disfrutar de esa experiencia y hacer un parón en el día a día, evadirnos por un rato, sumergirnos en un libro y desconectar de las redes sociales y de la presencia permanente del teléfono. Como todo, es cuestión de gustos, pero tres de ellos destacan especialmente por su atmósfera y por lo acogedor de su interior y de su entorno.
Nuestra primera parada es La Lectora, un café literario ubicado en plena calle Ancha. Su cuidada selección de tartas y de opciones saladas, y su ambiente literario, lo convierten en el sitio ideal para los amantes de los libros. Además, suelen tener opciones sin gluten y veganas, originales smoothies, sándwiches y crepes. Y el café, por sí solo, bien merece una visita.
Su dueña es Loly, una almeriense historiadora del arte que es una ávida lectora y decidió embarcarse en esta aventura de abrir un café literario.
Otra opción igual de apetecible es la cafetería La Regadera, en la calle Francisco García de Sola, 46. Abrieron sus puertas en el año 2008, y su original salón y su terraza bien merecen un rato de desconexión.
Cuentan con obrador propio, y por eso sus panes son uno de sus puntos fuertes. Además, tienen una amplia variedad de tés y cafés, tartas, opciones saludables como 'bowls' con yogur y frutas, smoothies, palmeras, bizcoches y otros productos para los más golosos. También tienen, como en el caso anterior, bastantes opciones veganas, algo que siempre se agradece.
Nuestra última parada es La Tertulia, también en la calle Ancha, con su terraza como punto fuerte. Están especializados en desayunos y, como tal, tienen mucha variedad de panes, pero también cuentan con bollería y otras opciones como crepes, tartas y alternativas saladas.
Son muchas más las cafeterías que merecen una visita en la capital gaditana, pero estas tres tienen en común lo cuidado de su selección y lo agradable de su entorno, perfectas para una tarde de desconexión.


