Posiblemente el verano de San Fernando siga siendo uno de los más desconocidos de la provincia. La Isla sigue escapando del turismo masivo que se puede encontrar en Chiclana, El Puerto o Conil; aunque en los últimos años la afluencia también ha aumentado.
Culpa de ello tiene la mejora en la Playa de Camposoto, una playa 5 estrellas con numerosos aparcamientos, arena fina y un entorno único en el mundo. Sin embargo, esta playa esconde (tampoco demasiado) una pequeña actividad que se puede realizar tanto en invierno como en verano y que lleva a un lugar mágico.
El acceso a la Punta del Boquerón sigue siendo complicado. A través de la arena la distancia es kilométrica y el camino pesado. Desde el poblado de Sancti Petri es necesario el uso de una embarcación para llegar a la otra orilla.
No obstante, una de las puertas de la Punta del Boquerón se abre a través de un sendero que empieza al final de los aparcamientos de Camposoto. El camino es ameno y se puede disfrutar de la biodiversidad de la zona. Especialmente con las abundantes 'bocas de La Isla' que se pueden observar en el fango.
Al llegar al final uno encontrará el caño de Sancti Petri, una de las cosas que dan sentido al sobrenombre de La Isla. Basta con rodear sus enormes dudas para encontrarse de frente con el castillo. La arena del lugar es aún si cabe más blanca y fina, mientras que las olas llegan a la orilla con suavidad. Además, la dificultad para llegar también facilita que apenas haya gente.


