San Juan Evangelista, hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el Mayor, fue llamado por Jesús cuando aún era pescador en el mar de Galilea. La tradición cristiana lo reconoce como el discípulo amado, testigo privilegiado de momentos decisivos de la vida de Cristo, como la Transfiguración, la Última Cena y la crucifixión. A él confió Jesús el cuidado de su madre, la Virgen María, desde la cruz.
A san Juan se le atribuye la autoría del Cuarto Evangelio, caracterizado por su profunda reflexión teológica sobre el misterio de Cristo, así como de tres cartas y del Apocalipsis, texto cargado de simbolismo y esperanza para las primeras comunidades cristianas perseguidas. Su pensamiento, centrado en el amor, la luz y la verdad, ha marcado de manera decisiva la doctrina y la espiritualidad de la Iglesia.
Según la tradición, fue el único de los apóstoles que no murió mártir, alcanzando una edad avanzada y falleciendo en Éfeso. Por ello es venerado como modelo de fidelidad perseverante y contemplación profunda del misterio cristiano. Su símbolo es el águila, imagen de la altura teológica de su mensaje.
Otros santos y beatos que se celebran el 27 de diciembre
- San Máximo de Alejandría, obispo, defensor de la fe en los primeros siglos del cristianismo.
- San Teodoro de Constantinopla, monje, reconocido por su vida ascética y su fidelidad doctrinal.
- San Juan, sacerdote, mártir, testigo de la fe en tiempos de persecución.
- San Fabián, mártir, venerado por su entrega a Cristo hasta la muerte.


