La bodega ha organizado con rotundo éxito la quinta edición del Sherrymaster Tío Pepe.
“Que tus zapatos terminen blancos de albariza y tu corazón lleno de amor por los vinos de Jerez”. Así ha dado la bienvenida Antonio Flores, enólogo y master blender de González Byass, a los 50 amantes del vino de Jerez que han participado en el V Sherrymaster by Tío Pepe. Guiados por el maestro jerezano, se han vivido, un año más, experiencias inolvidables que pretenden acercar estos vinos desde una mirada diferente. Porque, si hubiera que buscar palabras que describan estas jornadas serían, sin duda alguna, pasión y emoción. Caer bajo el hechizo de Jerez es inevitable al vivir y descubrir la magia que encierran estos vinos llenos historia y sentimientos. Desde el viñedo a la sala de cata, pasando por el Archivo Histórico de la Fundación de González Byass y la bodega que ve crecer y envejecer estas maravillas enológicas, el Sherrymaster ha recorrido los rincones del universo del Jerez, con actividades que perdurarán siempre en la memoria.
La viña como el origen y la razón de ser, labores de injerto, poda y el ya escaso “soleo” de la Pedro Ximénez en el almijar de Carrascal, así arrancó la mañana que luego dio paso al conjunto monumental de las Bodegas en el centro de la ciudad. Su historia plasmada en miles de legajos, libros y escritos que custodia con celo la Fundación González Byass en sus archivos históricos que acogieron al entusiasta grupo de Sherry Master en la primera jornada. Andoni Luis Aduritz junto con Guillermo Cruz y Dani Lasa, construyeron un diálogo en la sala de catas en torno a la investigación, la curiosidad y la innovación, presentaron Un bocado de Flor, las levaduras responsables del milagro del vino vivo, llevadas con maestría y sencillez al plato. Mugaritz en es estado puro en perfecta armonía con vinos únicos.
El máximo responsable del restaurante Mugaritz (**) ha brindado un homenaje a lo que es Jerez, su historia y los vinos del Marco. Andoni Luis Aduriz, Guillermo Cruz y Dani Lasa han detenido el tiempo para presentar lo que parecía imposible: llevar a la mesa, con maestría y sencillez, la “flor del vino”, aquellas levaduras que hacen realidad la magia del Jerez. Un Mugaritz en estado puro ha llenado de creatividad la Sala de Cata de González Byass para profundizar en la sinergia que existe entre el mundo sólido y líquido. Dos realidades paralelas que se han fundido en la mesa a través de maridajes nómadas entre las sorprendentes propuestas del dos estrellas Michelin de Errentería, con una selección de Añadas y Palos Cortado de González Byass que rozan la eternidad.
La quinta edición del Sherrymaster ha sido testigo, también, de la unión de Jerez y el teatro en Vinograma: La historia de González Byass bebida y contada, donde el ritmo no lo han marcado los vinos, sino la historia de González Byass. En el escenario único de la Mezquita del Alcázar de Jerez se han presenciado escenas con los hitos más importantes de la Bodega, desde su fundación a los primeros embarques, pasando por momentos dramáticos como la llegada de la filoxera o la II Guerra Mundial. La emoción se ha adueñado del momento al conocer la historia de esta Familia a través de los vinos seleccionados por el @Hacedordevinos y las escenas interpretadas, con pasión y desgarro, por la compañía “De ida y Vuelta”.
La puerta de la Solera Fundacional de Tío Pepe, frente a la Catedral de Jerez se abrió como cada año para dar la bienvenida a los Sherry Master que, en la última jornada, pudieron catar “a pie de bota”. Venencia en mano, Claudio, arrumbador de la Casa desde hace décadas mostró faenas tan bonitas con “la saca y el rocío” en las soleras en las que cada año se selecciona el Tío Pepe en Rama, luego Antonio nos condujo a la Gran Bodega en cuya segunda planta, evolucionan hasta el sumun los Finos Palmas o los Amontillados más nobles. Una cata que abre en canal la bodega, que muestra el porqué y el misterio de vinos como Viña AB, Cuatro Palmas o Palo Cortado Leonor, vinos que aquí llamamos “de pañuelo”.
Asimismo, esta experiencia ha visitado el restaurante La Carboná, donde el Chef del Sherry, Javier Muñoz, defensor del producto auténtico y de mercado, ha sido el guía de un recorrido gastronómico por Jerez. Pescados atlánticos, tatín de perdiz y pichón, han sido las propuestas que, maridadas con los vinos de González Byass, han ampliado, aún más, los aromas y sabores que ofrece el Marco de Jerez.
Con las emociones a flor de piel, el Sherry Master concluyó con la entrega de diplomas en el almuerzo de clausura y con la sensación de haber vivido cosas muy grandes y haber creado una hermandad entre los participantes, verdaderos artífices de esta cita anual, en torno al vino de Jerez que, seguro, seguirá para siempre.
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