Puerto Sherry está a rebosar -como todo El Puerto. Mientras unos buscan aparcamiento para conocer este coqueto enclave, otros llegan con sus barcos tras un paseo por la Bahía. En plena temporada veraniega, en un local frente al mar, justo en los bajos del Hotel Puerto Sherry, cinco mujeres crean pulseras y collares con piedras naturales mientras se toman una copa de vino. Un plan distinto, que se sale del tiesto y que llamó la atención de Marta, jerezana, cuando estaba buscando un regalo para su mejor amiga, Lorena. “Lo vi en Instagram y pensé, es original y diferente. Lo vi más interesante que lo típico de ir a comer, un plan nuevo”, comenta mientras introduce perlas en un cordón de acero inoxidable.
Curiosamente, María y Andrea, de San Fernando, también están sentadas en este espacio celebrando un cumpleaños, el de su amiga Esther. “La verdad es que una se cansa de regalar ropa”, comentan, concentradas en el accesorio. Durante dos horas y media, han disfrutado de la experiencia Jewels and wine, un taller de joyas con vino ilimitado en el que utilizan jade, cuarzo o perlas de río para diseñar y crear sus propios complementos, al mismo tiempo que degustan un vino blanco semidulce y conversan con las participantes.
“Nuevos objetivo es conectar a personas en una actividad y que se puedan llevar un buen recuerdo de ello. Les animamos a que busquen esa creatividad y que hagan algo único. Todos se pueden comprar un collar en cualquier sitio, pero algo que creas tú es mucho más especial”. Son las palabras de Carla Garoz Cires, madrileña de 21 años, creadora del proyecto.

Decidió traer esta experiencia a El Puerto este verano porque “está en auge” y se quedará hasta el 1 de septiembre. Pero la idea de dar forma a esta iniciativa surgió en Madrid, su tierra natal, en diciembre de 2023.
En la capital y en Valencia dispone de un local fijo, sin embargo, como en esta época Madrid se vacía, quiso probar en otros sitios de España con talleres estacionales. Y, a finales de este año, abrirán dos espacios en Sevilla y Barcelona. “En Madrid hay muchísimos planes, pero queríamos hacer algo completamente diferente”, comenta la joven, que optó por el mundo del emprendimiento cuando estaba estudiando un grado en Psicología.
Se apuntó la formación universitaria LEINN, Liderazgo, Emprendimiento e Innovación, y comenzó a conocer cómo crear proyectos desde cero y a montar empresas propias. Fue allí donde se fraguó Jewels and wine. “Al principio queríamos hacer una marca de joyas, pero dije, quiero buscar una experiencia, creo que mejoran la vida durante un tiempo cuando tienes un día malo, te lo pasas bien y conoces a gente nueva”, explica a lavozdelsur.es.


Así, con un equipo de nueve compañeros, se puso manos a la obra. Las personas detrás de este proyecto son jóvenes de Elche, Menorca, Valencia o Madrid que eligieron el emprendimiento como forma de vida. Celia es la experta en la creación de bisutería, Gonzalo lleva las finanzas o Carla se encarga de la parte de marketing. “Es curioso porque casi todos son chicos y no son muy fans de las joyas, pero apuestan por el plan”, añade la madrileña.
Son jóvenes emprendedores que comparten la misma filosofía a la hora de afrontar su futuro laboral. “No queremos una vida en la que entramos a una hora, salimos a otra, cerramos el ordenador y todas las preocupaciones se acaban. Queremos una vida que vaya más allá. Sentirlo nuestro, trabajar porque nos guste y que sea algo nuestro y no trabajar para un jefe”, reflexiona Carla antes de coger unos alicates para guiar a las participantes.

De momento, están haciendo realidad sus metas. Aunque emprender es toda una aventura en la que las dificultades están a la orden del día. “A nuestro primer taller fueron seis personas, que eran de nuestra familia. Empezamos como se empieza cualquier proyecto, con pérdidas”, expresa. Sin miedo a los inicios y sin dejar de creer en su idea, pusieron todo su empeño y, a base de prueba y error, pudieron encauzar la iniciativa. Sobre todo, gracias a las redes sociales, que les sirve como altavoz para llegar a más personas.
Según comparte, sus ingresos son mayores o menores en función de la ciudad donde organicen los talleres. “En Madrid y en Valencia funciona muy bien, el plan se viralizó y hemos estamos llenos todos los fines de semana desde enero hasta julio, no cabía ni un alfiler. En El Puerto, al ser una ciudad nueva, en julio no hemos tenido la acogida que pensábamos, no venía gente. Pero ahora en agosto, con la alta demanda, super bien. Ha habido un boom que nos ha salvado todo el verano”, explica.

Las personas interesadas en probar esta experiencia pueden reservar sus plazas a través de la web oficial de Jewels and wine. Otra forma de sorprender a los seres queridos en días especiales.


