El arranque de Supervivientes All Stars 2025, emitido por Telecinco, ha comenzado con sobresaltos en el archipiélago de Islas de la Bahía, en Honduras. Pobladores de Nueva Armenia, Jutiapa, han alzado la voz contra el popular reality show, asegurando que la grabación pone en riesgo el hábitat de la tortuga carey, una especie en peligro de extinción que desova en estas playas.
Rechazo de la comunidad local
Los residentes han expresado su preocupación por el impacto que el rodaje del programa podría tener sobre un entorno natural catalogado como tesoro biológico de Honduras. Han exigido respeto y protección al proceso de anidación de la tortuga, cuya conservación es considerada prioritaria por las organizaciones medioambientales.
La protesta obligó a la organización a modificar parte de la dinámica inicial del concurso. “Nos vemos obligados a alterar el programa que teníamos previsto debido a un problema de una de las comunidades autóctonas con las autoridades locales, nuestra playa de juegos se ha visto alterada. Por supuesto, respetamos su derecho a protestar de la manera que consideren. No sabemos si vamos a poder hacer los juegos previstos”, declaró el presentador Jorge Javier Vázquez durante la primera emisión.
Un arranque condicionado
Los responsables del formato han insistido en que el programa seguirá adelante pese a las dificultades. Según la presentadora Laura Madrueño, los concursantes todavía desconocen cómo afrontarán la que se ha descrito como “la edición más dura a la que se van a enfrentar. No van a tener ninguna dotación de alimentos en la playa. Ni latas, ni arroz ni lentejas”.
El inicio de esta nueva temporada ha colocado al reality en el centro de la controversia, combinando la expectación televisiva con el malestar de los pobladores locales, que reclaman la defensa de sus recursos naturales frente al avance de las producciones audiovisuales en la zona.


