MasterChef emitía este lunes uno de los programas más especiales en el que se reunían todos los aspirantes de las ediciones pasada del programa. Para la reunión decidieron elegir un lugar muy especial en su prueba de exteriores, la Capital Española de la Gastronomía 2022, Sanlúcar de Barrameda.
La prueba comenzó, como siempre, con un vídeo informativos por la ciudad en el que mostraban algunos rincones de la ciudad y recordaban que se cumplía 500 años desde la partida de El Cano y El Magallanes. “Este pedacito de sur posee una materia prima envidiable. Los langostinos tienen fama internacional, las tortillitas de camarones crean adicción. Sus hortalizas y verduras son genuinas. El secreto está en el agua salada con la que riegan sus huertas”, narraban.
Los equipos estaban liderados por Maribel, aspirante de la primera edición, y Ofelia, de la última. Cocinaron un menú degustación de seis tapas con productos locales. Crema aireada de langostinos con cañaíllas y taco de camarones con tartar de atún eran algunos de los manjares que sirvieron.
Además, el jurado exigirá una buena fritura con aceite de oliva. En esta ocasión tan especial, el jurado reunirá alrededor de su mesa a la familia MasterChef, con todos los aspirantes de la edición adulta del talent culinario. Jueces, ganadores y duelistas firmarán chaquetillas que se subastarán en beneficio de la Fundación Pequeño Deseo.
Hasta la playa de las piletas se trasladaron dos de los cocineros más famosos de Sanlúcar Fernando Hermoso, alias Fernando Bigote y su hijo César Hermoso, del restaurante Bigote en Bajo de Guía. Ambos ayudaron a los equipos y fueron presentados como eminencias de la cocina.
Con la experiencia que cargan sus espaldas, intentaron dar unos consejos fundamentales a los aspirantes que preparaban platos típicos que los chefs se sabían de memoria. Uno de ellos fue que las tortillas de camarones se cocinaran siempre con el aceite a 180 grados y, por su puesto, en aceite de oliva.
El patriarca de los Bigote, Paco, alababa a Pepe Rodríguez y Jordi Cruz por sus cocinas. Además, los presentadores del programa preguntaron al cocinero si podría realizar una masterclass para el equipo ganador de cocido de marisco y fritura de pescado. “Eso está hecho ya”, contestaba Hermoso. En la misma playa, el equipo de Masterchef simulaba una carrera de caballos para enseñar las costumbres de la tierra. Dos jovencísimas jinetes se lanzaron a hacer una demostración de ello, con apuestas incluídas.
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