El fallecimiento de Michu, expareja de José Fernando Ortega, ha provocado una creciente tensión entre su familia y la del hijo del torero José Ortega Cano. La controversia ha estallado tras las declaraciones públicas de Tamara, hermana de la fallecida, quien ha señalado directamente a Gloria Camila, asegurando que “nunca se ha ocupado de su sobrina”, en referencia a la hija en común de Michu y José Fernando. Mientras ambas familias tratan de afrontar el duelo, el foco mediático se ha desplazado hacia la disputa por la custodia de la menor.
Gloria Camila se defiende en televisión
En respuesta, Gloria Camila ha intervenido en directo en el programa TardeAR de Telecinco, donde ha mostrado su desconcierto ante las acusaciones. “Estoy cabreada porque no entiendo mucho esto, la verdad”, ha declarado. La hija de Ortega Cano ha subrayado que, si existía algún conflicto personal, “me lo dices de tú a tú” y ha lamentado que se la critique en televisión para, según sus palabras, al día siguiente actuar como si no hubiera ocurrido nada. Gloria ha defendido su posición señalando que ambas son “la misma calidad de tía” y que ninguna de las dos tiene poder de decisión sobre el destino de la niña.
La hija de Rocío Jurado ha rechazado la afirmación de que no se preocupa por su sobrina, insistiendo en que mantiene contacto “a diario” con ella. Además, ha puesto en duda que Tamara pueda valorar esa relación si la menor no está bajo su cuidado directo. “La cosa es que la niña no está con Tamara, por lo tanto, ella no lo sabe”, ha sentenciado, concluyendo que no tiene intención de entrar “en una guerra”.
La madre de Michu desvela cómo está la menor
Una semana después del fallecimiento de Michu, su madre, Inmaculada González, ha reaparecido ante los medios para confirmar que la niña permanece actualmente a su cuidado. Según ha relatado, José Fernando “está muy pendiente de Rocío”, indicando que ha retomado el contacto con su hija tras el fallecimiento de su madre. “Hoy sí ha llamado José Fernando a Rocío”, ha asegurado.
Inmaculada ha compartido que su nieta mantiene un fuerte vínculo emocional con ella, hasta el punto de que la menor se refiere a su abuela como figura materna. “Dice que yo ahora soy su madre. Pero bueno, yo soy su abuela”, ha explicado. También ha manifestado que la niña “tiene que dormir conmigo” porque, de otro modo, “llora”. Esta cercanía complica cualquier cambio inmediato de custodia, aunque la propia Inmaculada plantea un proceso gradual para facilitar una posible transición.
La madre de Michu ha propuesto que las vacaciones de verano podrían servir como periodo de adaptación para la niña, en caso de que se plantee un traslado a Madrid o a otra ciudad con la familia paterna. “Vamos a ver si poquito a poco, con las vacaciones de verano, se las quieren llevar unos días, que la niña se vaya un poco acostumbrando”, ha señalado. El futuro de la menor permanece, por ahora, sin una resolución clara, mientras el dolor por la pérdida de su madre da paso a un complejo escenario legal y emocional.