De pequeña siempre fui de colacao y de ahí pasé al café. Me costó tiempo introducirme en el mundo de las infusiones y tés, pero una vez que se descubre y aprendes a tomarlo sin azúcar (cambia muchísimo el sabor), engancha. En este sentido, mis tías Paqui y Gracia han sido fieles a tu taza de té por la tarde, y desde siempre, recuerdo que lo ofrecían cuando llegabas a su casa.

No sé si esta vinculación empezaría por la estancia de Gracia en Inglaterra, pero lo cierto es que desde que tengo uso de razón, han sido muy aficionadas a tener una buena selección de tés en casa, y a hervir una rama de canela en el agua para que este aroma se fusione con el sabor del té.

Sin duda, es el toque que marca la diferencia. Me encanta el té negro, y con Grace conocí el Earl Grey, que lleva bergamota y le da un toque cítrico genial. La única ocasión en la que me encanta el té con sus buena dosis de azúcar blanca, es en Marruecos, lugar que siempre te recibe con un vasito de té a la menta.

Sobre el autor:

Valeria Reyes

Valeria Reyes Soto

Licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y máster en Gestión Cultural por la Universidad Carlos III de Madrid, ha trabajado en la gestión y comunicación de proyectos como el Festival de Cine Africano de Tarifa-Tánger, la Feria del Libro de Sevilla, el Festival de Jerez o el Festival de Cine Europeo de Sevilla; en espacios como la librería Caótica y en proyectos como Luces de barrio. Con especial interés por los programas que unen diferentes puntos de la cultura a través del encuentro, la investigación y la mediación, así como plena vocación por el mundo editorial, librero y literario.

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído