San José fue un hombre justo, humilde y silencioso, protagonista discreto pero fundamental en los Evangelios. Fue el esposo de la Virgen María y padre legal de Jesús, a quien protegió, educó y guio en su crecimiento humano. Aunque no se conservan palabras suyas en las Escrituras, su figura resplandece por sus acciones, obediencia y fidelidad a Dios.
Era un trabajador manual, un ‘tektón’ según el texto griego del Evangelio (traducido habitualmente como carpintero, aunque podría referirse también a un artesano general o constructor). Su labor dignifica el trabajo honesto y sencillo como medio de santificación.
San José es modelo de fe, padre espiritual y protector silencioso. Fue proclamado Patrono Universal de la Iglesia por el papa Pío IX en 1870. Su papel de custodio del Redentor lo convierte en defensor del cuerpo místico de Cristo: la Iglesia.
En 1989, san Juan Pablo II le dedicó la exhortación apostólica Redemptoris Custos (El Custodio del Redentor), donde profundiza en su misión paternal, su silencio lleno de fe, y su obediencia radical.
¿Por qué se celebra el 1 de mayo?
El 1 de mayo es reconocido mundialmente como el Día Internacional del Trabajador, en recuerdo de las reivindicaciones obreras de finales del siglo XIX. En 1955, el Papa Pío XII instituyó la fiesta de San José Obrero para esa fecha, con el fin de ofrecer un modelo cristiano del trabajador y dar una dimensión espiritual y dignificante al trabajo humano, especialmente al del obrero común.
Así, la Iglesia propone a San José como referente de justicia social, dignidad laboral y espiritualidad del trabajo. No es solo un homenaje al esfuerzo físico, sino una reafirmación del trabajo como participación en la creación y redención.
Otros santos y beatos
● San Andéolo de Vivarais († c. 208)
Mártir cristiano, discípulo de San Policarpo y evangelizador de las Galias. Murió decapitado durante la persecución del emperador Septimio Severo. Se le venera especialmente en el sur de Francia.
● San Jeremías, profeta
Figura del Antiguo Testamento, conocido por sus oráculos de denuncia y de esperanza.
● San Grata de Bergamo (siglo IV)
Viuda y mártir italiana, venerada como santa patrona de la ciudad de Bérgamo. Se le atribuye una fuerte devoción por la caridad y la defensa de los cristianos perseguidos.
● San Amador de Auxerre († c. 418)
Obispo de Auxerre (Francia), sucedió a San Germán. Su episcopado se caracterizó por el fervor pastoral, la defensa de la ortodoxia y la promoción del monacato.
● San Sigismundo de Borgoña († 524)
Rey de Borgoña convertido al cristianismo. Tras cometer un crimen y arrepentirse profundamente, abrazó una vida de penitencia. Fue martirizado por el rey de los francos. Es venerado como mártir y patrón de algunas regiones de Suiza y Francia.
● San Orencio y Santa Paciencia (siglos IV-V)
Matrimonio cristiano y padres de San Lorenzo de Huesca (también llamado San Lorenzo Justino). Su vida fue ejemplo de fe en el entorno rural de la Hispania romana.
● Beato Pierre-René Rogue († 1796)
Sacerdote mártir francés durante la Revolución Francesa. Fue ejecutado por su fidelidad a la Iglesia y a la celebración de la Eucaristía en secreto, pese a la prohibición estatal.


