Ahora se va a dejar "zambombear" dos horas más pero, eso sí, se prohíben los altavoces, se van a poner urinarios en la calle...
El gobierno municipal le ha dado un repaso a la regulación de las zambombas con la emisión de un bando a pocos días de que comiencen a celebrarse. La principal conclusión es una cierta relajación en las normas que regirán lo que podríamos llamar próxima edición. Bien, España es un país en el que todo está regulado y, en contraposición, España es un lugar en el que (casi) todo el mundo hace (casi) lo que le da la gana. Es una constatación de una manera de ser, digamos, eh, ni siquiera es una crítica.
Siguiendo con la tesis, ahora el Ayuntamiento relaja unas normas que (casi) nadie cumple y (casi) nadie hace cumplir. Vale. Como el que ve llover. Desde hace cuatro o cinco años, poco antes de que la Junta de Andalucía declarase BIC a la zambomba jerezana (y la arcense), todos hemos visto el evidente deterioro de la fiesta debido sobre todo a su masificación y trivialización, hasta el punto de que ese BIC (Bien de Interés Cultural) se ha homologado a "Botellón Intensivo en el Centro". Un BIC underground. Ahora se va a dejar "zambombear" dos horas más pero, eso sí, se prohíben los altavoces, se van a poner urinarios en la calle, etcétera, etcétera.
Se trata de que la “lógica” y el “descanso de los vecinos” sean los imperativos de estas celebraciones. Hay que ver y esperar, claro, pero teniendo en cuenta el punto al que se ha llegado, todos sabemos que es hablar por hablar. Sobre la lógica, ya sabemos cuál es la que rige aquí: la de la maximización del beneficio. Del descanso de los vecinos, mejor dejarlo y echarse a la calle. Ya se sabe: Si no puedes con ellos…
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