“Existirá mientras que tengas ilusión”, esa fue mi respuesta a mi hija de seis años cuando, tras la caída de uno de sus dientes de leche, me preguntó serena, seria y firme (creo que estaba preparada para cualquier respuesta, lo vi en sus ojos): “Mamá, dime la verdad, ¿existe el Ratón Pérez?” Sus ojos se llenaron de luz y vida y saliendo de la habitación me miró y respondió: “Yo tengo ilusión”. Sinceramente no es fácil que hoy en día alguien pronuncie esa frase, y me hizo totalmente feliz.

Hoy se han conocido los datos del desempleo en la ciudad y, un mes más, tenemos que lamentar que 878 jerezanos y jerezanas engrosen esta triste lista de miseria y desilusión. Hoy en día estamos inmersos en un mundo sumamente difícil, rodeado de situaciones complicadas y de circunstancias sociales, familiares y económicas excesivamente duras, y creo de corazón que es preciso que recuperemos la ilusión perdida.

No el optimismo postizo preelectoral para ganar un puñado de votos; sí esa esperanza en que las cosas pueden cambiar. Pero, ya les digo, tan lamentable como las circunstancias son los comportamientos de nuestros representantes políticos que van aflorando y que nos entristecen a la vez que decepcionan. Nuestros gobernantes, aquellos de los que esperamos la solución a estas situaciones, son los que hacen que cada día perdamos más y más la ilusión. Perdemos la ilusión en esas soluciones, en las instituciones, en los políticos… En definitiva, en todo. Están aquellos que nos intentan hacer ver que todo va mejor porque lo dicen ellos, como quien pide un acto de fe.

Otros que nos dicen que las cosas se están arreglando y que estamos en la senda de la recuperación. Y esos que nos machacan manteniendo que con la inauguración del Paseo del Motor, con la puesta en valor de la zambomba, la Semana Santa y la Feria todo se ha arreglado y Jerez ya despega. No se enteran de que los jerezanos ya no compran el humo que ellos venden, sobre todo en épocas preelectorales. Bajo el firme convencimiento de que hay que tener ilusión, aprovecho la historia inicial, una historia muy personal, para trasladar a la ciudadanía que hay que volver a creer en la política, que hay que tener la ilusión de que pronto vamos a salir de esta situación, que hay solución y sobre todo, que hay otras formas de hacer política.

Otra forma alejada de la tradicional que solo cuenta con los ciudadanos cada cuatro años para que voten, la de los coches oficiales, despachos y guardaespaldas. La forma que recurre permanentemente al autobombo y la propaganda imparable con cargo a los contribuyentes. Una forma cercana al ciudadano, al jerezano y jerezana de a pie, a sus barrios, a sus calles y a sus plazas…

En definitiva: Gobernar para el pueblo pero junto al pueblo. Trabajando con los jerezanos. Tal y como menciona la monja más activa de las redes sociales, sor Lucía Caram: “La política es demasiado importante como para dejarla solo en manos de políticos”. Solamente me queda tratar de convencer a todo aquel que quiera leer estas letras que el próximo 24 de mayo hay una nueva oportunidad para que se lleve a cabo el cambio que todos necesitamos por fin en esta ciudad. Un cambio que parte de un objetivo básico muy claro: que pronto todos y todas volvamos a poder decir alto y claro Yo tengo ilusión.

Rocío Montero es portavoz municipal de Foro Ciudadano de Jerez

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