La señal de las mariposas: ¿una manifestación de los seres queridos fallecidos?

En diferentes culturas, este insecto fue venerado por la transmutación que lleva a cabo a lo largo de su existencia, una transformación que tal vez se asemeje a la que lleva a cabo el individuo tras la pérdida

04 de noviembre de 2025 a las 09:25h
Ilustración de una mariposa.
Ilustración de una mariposa.

Perder a un ser querido es uno de los acontecimientos más importantes en la vida de una persona. Con ellos se marchan nuestras vivencias, las caricias, las miradas, y una parte de nosotros muere también. Aunque, a decir verdad, nunca desaparecen del todo mientras los mantengamos en el recuerdo. Y las personas que nos quedamos en el plano de los vivos, tras sufrir una pérdida, permanecemos en una especie de limbo emocional, donde aceptar la nueva realidad es un obstáculo importante a superar, pero que vemos como poco a poco todo vuelve a su cauce, un cauce diferente, al que le falta algo, aunque nos terminemos finalmente por acostumbrar. Y en ese limbo emocional al que he hecho mención, suelen ocurrir cosas dispares en muchas ocasiones, no sabemos si es porque la propia mente puede generar situaciones extrañas, o porque alguna energía desde otro hipotético plano actúa y quiere enviarnos señales.

Uno de esos elementos que se asocia con supuestas señales provenientes del otro lado, donde habitan las almas de aquellos que se fueron, son las mariposas. En diferentes culturas, este insecto fue venerado por la transmutación que lleva a cabo a lo largo de su existencia, una transformación que tal vez se asemeje a la que lleva a cabo el individuo tras la pérdida, enfrentado esa nueva realidad que mencionábamos. Qué curioso, que en la mitología griega la mariposa representa precisamente el alma humana, de hecho, la palabra psyche deriva su significado tanto en mariposa como alma. Curioso, ¿verdad?

Pero os traigo algunos casos relacionados precisamente con esta voladora presencia, y cuyos protagonistas, bajo sus creencias, relacionaron su aparición con esa conexión espiritual con los seres queridos que perdieron. Uno de los casos que narré en mi obra Expedientes X Jerezanos (Tierra de Nadie Editores, 2023), fue el de una jerezana que sufrió a principios de 2023 la muerte de su madre, y era tan grande la pena, que recurrió a lo más profundo de sus deseos, clamando una señal, alguna evidencia de que su madre aún podía estar presente de alguna forma. Su testimonio es entrañable y curioso al mismo tiempo.

"Ninguno nos esperábamos que mi madre muriera tan de repente, y en tan poco tiempo. Ya habíamos programado la misa de la semana, y los días posteriores a su muerte, yo le pedí a mi madre que me enviara una señal. Le pedí, concretamente, ver una mariposa azul antes de que llegara el día de la misa. Tal vez estaba pidiendo algo muy concreto, pero, esa misma semana, y estando con mis hijas acompañando a mi padre en su casa, el cual se encontraba destrozado, estábamos en el salón viendo una serie de Netflix. Yo no tenía muchas ganas de nada, de hecho, ni le estaba echando cuenta a la televisión, pero, en un momento concreto, le pedí a mi hija que rebobinara el capítulo unos segundos atrás. En una de las escenas, y ante mi asombro, aparece una mariposa, de color azul, y una habitación cuyas paredes estaban repletas completamente de dibujos de mariposas azules. Era evidente que no podía pedir más, y ese deseo, o esa señal que le pedí a mi madre, apareció ante mí".

Podemos interpretarlo como queramos. Se puede tratar de una casualidad, pero lo interesante, es el momento en el que ella se topa con esa imagen, justamente días antes de la misa que le realizaron a su madre. A pesar de no prestarle demasiada atención a lo que aparecía en la pantalla, algo le decía que tenía que mirar en ese momento, o justo antes de que la escena desapareciera. Aquella situación fue considerada por la testigo como una señal, un tipo de comunicación tras su deseo, como una demostración de poder a pesar de no encontrarse en nuestro plano.

Cuando deseamos algo, o pensamos en ello constantemente, suele ocurrir que nuestros sentidos están mucho más perceptibles a ver aquello que queremos. A mí, personalmente, me suele ocurrir constantemente con un número determinado, el cual parece perseguirme allá donde vaya. ¿Me persigue el número, o son mis sentidos y mi percepción lo que lo persigue a él? Apuesto más por lo segundo, aunque también creo en esa magia que puede hacer posible lo imposible. Y las mariposas, más concretamente, son esos elementos que aparecen en determinados momentos delicados en la vida de las personas.

Otro caso que me llegó no hace mucho es el de Yaris, una chica de Arganda del Rey (Madrid), que me relató diferentes experiencias, las cuales comenzaron mientras que su madre estaba ingresada en el hospital, y se hallaba en los últimos momentos de su vida.

"Estuvimos en el hospital quince días con mi madre ingresada, y cada uno de esos días, cada vez que bajaba a la calle, se me acercaban dos mariposas blancas que comenzaban a revolotear alrededor de mí. Era todos los días. Cuando falleció mi madre, el 18 de julio de 2025, cuando la estaban preparando, nos fuimos a comer a un bar de mi pueblo, Arganda del Rey, e igualmente, dos mariposas se me acercaron. Una de ellas entró en el bar y se me posó en el hombro. En ese momento, no sé por qué, pensé que podía ser ella, o algo que la representara en cierta forma".

Yaris interpretó la presencia de aquellas mariposas como una manifestación del alma de su madre, o una señal divina que quería comunicarle algo. Pero, tras aquella muerte, comenzaron a suceder algunos hechos en su vida, que ella cataloga como extraños.

"Transcurrido el tiempo, y cuando mi bebé cumplió quince meses, comenzaron a ocurrir cosas. Cuando falleció mi madre, mi hijo tenía cuatro meses, pero antes de irse, ella me dijo que se iba a morir, pero que yo no podía llorar porque tenía que mantenerme fuerte, sobre todo por el pequeño, y tenía que cuidarlo. Desde ese momento, no he soltado ni una lágrima, no me salen. Me pasan cosas raras en mi casa. Se me enciende la vitrocerámica sola, la luz de la habitación de peque parpadea, se apaga, se enciende, se me apaga el televisor, y otras cosas similares. Yo noto la presencia de mi madre, sobre todo cuando voy en el coche con mi hijo, que empieza a llamarla diciéndole “yayi”, y a reírse a carcajadas. Tengo en el móvil una foto de mi madre con él de pequeño, y cada vez que lo ve, empieza a llamarla y a darle besitos. Desde aquellas mariposas, siento que no se ha ido, que sigue conmigo".

No deja de parecerme interesante esa relación de las mariposas con las entidades del otro plano. ¿Habéis tenido alguna experiencia similar?

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