El relato de un avistamiento OVNI en Jerez.
El relato de un avistamiento OVNI en Jerez.

Nuestra mente no es capaz de asimilar la gran inmensidad del universo. Podríamos perdernos en números y números, seguidos por miles y millones de ceros para intentar comprender la grandiosidad del cosmos, y ser conscientes de la insignificancia que somos como especie ante tan gigantesco espacio. Haciendo un ejercicio de humildad, creo que ya no resulta descabellado pensar que no somos la única forma de vida que puede habitar en él. Claro que, ante esa posibilidad o certeza, tan solo podemos ser meros observadores y esperar a que el tiempo de la razón a unos o a otros, porque, de ser así, más tarde o temprano se podría producir la noticia de que algo de otro mundo llegara a visitarnos.

Y precisamente ahora las redes se están inundando con informaciones (o desinformaciones) sobre el 31/ATLAS, un objeto interestelar, el tercero detectado desde 2017, con una órbita hiperbólica y una velocidad inusual, que se ha convertido en un auténtico rompecabezas para la comunidad científica, ya que su movimiento y trayectoria puede no deberse al azar, siendo su maniobra de frenado deliberada una rareza cósmica. Fue descubierto en julio de 2025, y se habla de una nave nodriza, una estructura de gran tamaño que muchos especulan con que pueda ser de origen extraterrestre, como así propone y advierte el profesor y astrofísico de la Universidad de Harvard Avi Loeb. Parece que la fecha clave para conocer más detalles sobre este extraño visitante es el próximo 29 de octubre, momento en el que se podrán obtener imágenes en alta resolución del objeto.

¿Os imagináis que se trata verdaderamente de una nave extraterrestre? ¿Con qué intenciones vendría? Necesitaríamos muchas páginas para adentrarnos en la famosa teoría de los antiguos astronautas, propuesta por Erich Von Däniken en su obra Recuerdos del futuro (1968, Bonnier Group), donde afirma que ya desde tiempos antiguos nuestra especie ha venido recibiendo diferentes visitas en diferentes momentos de la historia. Así que, a tenor de esta teoría, ya hemos sido visitados.

Pero os vengo a hablar de un encuentro un tanto singular. El testigo en cuestión es Miguel Ángel Jaén, jerezano y médico retirado que en la primavera de 1980 tuvo una experiencia en la zona donde residía, la barriada del Parque Atlántico, en Jerez de la Frontera. Allí tuvimos nuestro reencuentro, para que me relatara frente a cámara tan insólita vivencia.

"El Parque Atlántico es un lugar muy querido para mí, porque durante muchos años de mi vida estuve viviendo aquí con mi mujer y mis hijas, antes de trasladarme a la zona centro. Fuimos muy felices. A mis setenta y dos años de edad puedo contarte muchas anécdotas respecto a la profesión médica que he ejercido durante toda mi vida, pero una de ellas, fuera de lo laboral, me marcó de por vida, y tiene que ver con el fenómeno OVNI. Corría la primavera de 1980. Ocurrió en esta barriada, cuando aún no estaba construida la segunda fase de los bloques y prácticamente era todo campo y vaquerías. Yo vivía en el bloque 10. Aquella noche era solitaria. Sobre las una o una y media de la madrugada llegué con mi mujer y aparcamos el coche. Nos bajamos, y el cielo estaba muy estrellado. Cerramos las puertas y nos dirigimos tranquilamente al domicilio, y me dio por mirar hacia arriba y vi una luz, que no era una estrella, evidentemente, ni nada convencional. En plan sorna, le dije a mi mujer que aquello era un OVNI, y me dijo, en tono irónico, “que sí… que para nosotros iban a venir”. Aquello lo dije por algo muy particular, y es que, meses antes, en Cádiz, sentados en la zona de la balaustrada del Campo del Sur, contemplamos unas dos o tres luces que parecían emerger del mar, sobre las once de la noche. Y nos quedamos con la boca abierta. Aquello fue muy sonado".

Antes de continuar con su experiencia en el Parque Atlántico, Miguel nos narra un acontecimiento que tuvo lugar en Cádiz, meses antes de 1980. Y no puede referirse sino a unos hechos ocurridos precisamente el 5 de septiembre de 1979, entre las 23.00 y las 23.45 de la noche. Aquellos avistamientos fueron noticia, y el Diario de Cádiz publicó incluso una famosa fotografía realizada por el fotógrafo Movellán. Numerosas personas llamaron a la redacción para informar de tal insólito avistamiento, y al parecer, nuestro protagonista, Miguel Ángel, estuvo en el lugar.

Recorte de prensa.
Recorte de prensa.

"Antes de entrar en el portal, me dio por hacer señales a las luces con los brazos. Y para nuestra sorpresa, de mi mujer y mía, aquella luz nos enfocó directamente. Nos asustamos porque estábamos iluminados por un halo de luz totalmente redondo, y al mirar hacia arriba nos dimos cuenta que esa luz comenzó a descender muy poco a poco. El miedo fue mayor en ese momento, y decidimos subir a casa. El ascensor estaba abajo, y tras llegar a la duodécima planta, entramos en la vivienda. Acudimos inmediatamente a la terraza, para ver qué era aquello, y nos encontramos con una cosa que a mí no se me olvidará nunca, ni a mi mujer tampoco: era un cono enormemente grande, cuyo tamaño ocupaba la mitad de uno de estos edificios del Parque Atlántico. Era una mole enorme. Se asemejaba a esas cápsulas en las que regresan los astronautas a la tierra, pero a lo bestia. No sé cuantos metros mediría aquello. Era metalizado, con puntos luminosos en los extremos, y pasó por delante nuestra, como dejándose ver. Era como una especie de danza, muy lenta, delante de nosotros, despacio, muy despacio. Nos quedamos los dos con la boca abierta. Yo puedo tener visiones, pero dos personas a la vez no. La noche era totalmente tranquila y, que yo sepa, no había testigos. Además, puedo señalar que emitía una especie de zumbido, como si colocaras un secador debajo de la almohada. Y repito, pasaba muy despacio. Teníamos que mirarlo de arriba abajo, moviendo nuestras cabezas, porque no nos alcanzaba la vista, y a unos treinta o cuarenta metros de la terraza".

El testimonio es brutal. Por lo menos a mí me lo pareció, ya que no había recogido anteriormente ningún caso cercano que ofreciera tantos detalles y cuya contemplación del fenómeno se prolongara durante tanto tiempo, como nos narra el testigo. El testimonio habla por sí solo, pero me gustaría destacar sobre todo la naturalidad y el asombro del testigo en su narración. No había ninguna duda por su parte de lo que vio. En muchos testimonios del fenómeno OVNI, el testigo en cuestión ofrece datos inconclusos, algo débiles, sobre todo por la distancia a la hora de contemplar algo extraño en los cielos. Pero en este caso, Miguel nos describe ese objeto de una manera muy detallada, puesto que la visión se produjo, como nos indica, a unos treinta o cuarenta metros. También el sonido que producía el objeto es interesante, una especie de zumbido que pudieron oír tanto él como su mujer, también testigo de todo en cuanto aconteció, aunque decidiera no aparecer en este reportaje.

¿Y qué pasó después? El desenlace de este caso sigue siendo igual de asombroso.

"Cuando pasó por delante nuestra, estando en la terraza, nos miramos y decidimos bajar para abajo, para seguir contemplando aquella nave. Llegamos abajo, lo seguimos contemplando, se elevó un poco, se detuvo, y, en ese instante, y eso lo puedo jurar ante una biblia, tomó una trayectoria hacia el cielo, y desapareció muy rápidamente, a una velocidad de vértigo, y se quedó parado como un punto blanco luminoso. Nos quedamos un rato esperando, sentados en el bordillo de la acera, pero desapareció por completo. Es una experiencia que no olvidaremos nunca. ¿Qué fue aquello? No tengo ni idea, simplemente, algo desconocido".

Testimonio de un jerezano tras avistar un OVNI.

La pregunta que se realizarán los lectores, es, si no hubo más testigos, teniendo en cuenta la magnitud de aquella nave. Miguel nos decía que, a esa hora de la madrugada, sobre la una y media o dos, no vio a nadie por el lugar, ni vecinos asomados a sus ventanas ni terrazas, pero que él, esto no lo habló con nadie de la zona y se lo calló durante años. Tal vez, si alguien más fue testigo, optó seguramente por hacer lo mismo: guardar silencio. Ya sabemos cómo opinan muchas personas sobre este tipo de hechos en pleno 2025, y lo digo por experiencia, pero entiendo que, el hecho de que un servidor le dé seriedad a este tipo de casos, es algo no compartido por terceras personas que aprovechan para soltar la broma de turno. Ya para finalizar, mencionar que sí hubo una persona con la que Miguel compartió su experiencia.

"Al día siguiente, se lo comenté a mi hermana, y mi sorpresa fue mayor cuando me preguntó sobre la hora del avistamiento. Resulta que, sobre las tres de la madrugada, ella se levantó para ir al baño, y como hacía calor abrió las ventanas. En ese momento, me contó que observó en el cielo unas extrañas luces que realizaban unos movimientos muy extraños. Yo me quedé estupefacto, porque coincidía el intervalo en el tiempo, y en la misma noche".

La experiencia de Miguel sorprende por el contenido de la misma, por la fascinación que transmite, por la sinceridad en sus palabras. Creo en las personas que me cuentan su verdad, y que no tienen la necesidad de mentir a ciertas alturas de la vida. Y creo en un universo infinito que, tal vez, albergue otro tipo de vida. ¿Y vosotros? ¿Qué creéis?

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