Podemos en Cádiz es un crustáceo

Lo del rey desnudo es una buena metáfora de todo esto, porque normalmente nadie, o pocas veces, se atreve nadie a decirle al individuo en cuestión que va en pelotas por la vida

Acto de campaña de Podemos Cádiz, en una imagen reciente.
Acto de campaña de Podemos Cádiz, en una imagen reciente.

Pepe Pettenghi, amigo, profesor, escritor y también colaborador de este periódico con una, siempre atractiva, columna de opinión, me ha hecho el honor de ser quien ha presentado en varios lugares mi segundo libro, Invashión. Lo viene haciendo como es él: generoso, culto, profundo y rabiosamente divertido.

En estas presentaciones suele decir algo que lo engancha en lo que ha sido su dedicación fundamental en su vida: la enseñanza y, específicamente como Catedrático en Biología, tratar de adornar nuestro conocimiento —fue mi profesor en el Instituto Columela de Cádiz— con el amor a la naturaleza y a las distintas especies animales que pueblan nuestras tierras y mares. Así —y os ahorro meteros en contexto para ir al grano— en un momento determinado, haciendo una broma sobre sus enseñanzas, nos cuenta que los cangrejos de Cádiz y, en general, todos los cangrejos del mundo, son crustáceos; y para rematar la frase nos dice, que sí, son crustáceos aunque ellos no lo saben. 

Esta aparente broma de mi querido amigo, tiene su miga: todos, en algún momento —o en todo momento— no somos conscientes de lo que somos o de lo que parecemos. Como he escrito en otras ocasiones, Antonio Machado lo resumía con sus versos: «El ojo que ves no es ojo porque lo veas, es ojo porque lo ves». Hay estúpidos que no lo saben, como hay gente fea que alardea de guapa —en todos los sentidos—; el sabelotodo que desprecia a los demás porque cree que no saben nada y no se da cuenta que es como se suele decir “el maestro liendres que de todo sabe y de nada entiende”. 

Lo del rey desnudo es una buena metáfora de todo esto, porque normalmente nadie, o pocas veces, se atreve nadie a decirle al individuo en cuestión que va en pelotas por la vida. De todas formas hay personas muy habilidosas en conseguir tapar sus vergüenzas, pero esto como nos advirtió Lincoln es complicado porque «puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo». Y lo peor, están los que viven creyendo que están haciendo lo correcto, que son dechados de virtud, pero son incapaces de darse cuenta que tienen una gran paradoja y contradicción entre lo que piensan, lo que dicen y lo que hacen, siendo normalmente tres prácticas distintas. Pero, claro, un cangrejo no sabe que es un crustáceo.

Ahora que estamos en plena campaña electoral para las elecciones municipales, me voy a centrar en mi ciudad, que apenas es lo que mejor conozco, porque tenemos un caso que desgraciadamente no es ni muchos menos único en la política y que tiene una importancia capital si hablamos de coherencia política: 

Sin querer valorar las legítimas decisiones que toma cada formación, cada partido —faltaría más—, me voy a referir a lo que desde mi punto de vista es un hecho: La negativa de Podemos en la ciudad de Cádiz a formar parte de la candidatura que agrupa a toda la izquierda a la izquierda del PSOE, tiene un efecto directo sobre las elecciones, que no es otro que mermar las posibilidades de reeditar un triunfo de la izquierda en su conjunto en este municipio. 

Claro que me podrán decir que en otros municipios es al revés. Efectivamente, la escasa capacidad para superar el síndrome de La vida de Brian, ya saben la del Frente Judaico Popular, el  Frente Popular de Judea o el Frente de los Judíos más Populares. La cuestión es que esa incapacidad para construir puentes, consensuar alianzas, tejer acuerdos, lo que hace, cosa indiscutible, es operar a favor de las candidaturas del bloque de la derecha, puesto que, entre la división de voto, el despiste de a quien votar y, por supuesto, los que hartos de tanta batallitas entre propios, optan por quedarse en su casa el día de las elecciones, se van por la alcantarilla un buen puñado de votos. 

No se dan cuenta. No sé si es solo una enajenación mental —aquí o donde sea— de Podemos Cádiz o de otras formaciones en otros municipios —por ejemplo en Puerto Real donde los que restan son los que aquí suman—, pero sin que ellos lo sepan —espero—, están trabajando y haciendo campaña para la derecha, ejerciendo de francotiradores al servicio de los que dicen combatir, son la quinta columna a favor de la reacción. En definitiva, los de Podemos en la ciudad de Cádiz son crustáceos, pero ellos no lo saben.

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