'Mariposas en el estómago' por Juan Bouza.
'Mariposas en el estómago' por Juan Bouza.

Cuenta un proverbio chino que "el aleteo de las alas de una mariposa puede cambiar el mundo". La Teoría del Caos enuncia que la variación de un sistema caótico en sí mismo, por pequeña que sea esta variación, puede suponer un cambio impredecible, total o parcial, del sistema original. Es el llamado "Efecto Mariposa" el cual se ha aplicado a la matemática, a la meteorología, a la evolución biológica, a la medicina...en multitud de campos en los cuales se estudia cómo una organización desordenada (caótica) puede tomar rumbos absolutamente imprevisibles y de consecuencias importantes con solo la variación de su aparente anarquía.

A Griffin Dunne en la inolvidable After Hours del maestro Scorsese, lo que le pasó fué que perdió un tren (un metro para ser más preciso) y a partir de ahí todo lo que le puede pasar a uno que está perdido en un barrio profundo de la New York más profunda, le pasó. Un continuo batir las alas la mariposa. ¿No habéis (seguro que sí) pensado las consecuencias que para vuestras vidas ha tenido cualquier y minúscula anécdota o decisión aparentemente inocua? ¿No habéis pensado al revés, es decir, el no haber tomado tal o cual decisión, lo que hubiera supuesto en la reacción en cadena que provocó dicha acción? Indudablemente la dichosas alas de los lepidópteros son la constante de nuestras vidas.

Cuando el meteorólogo Edward Lorenz fijó el concepto del Efecto Mariposa estaba conceptualizando nada más, y nada menos, que el devenir diario. La sucesión del tiempo no es más que un continuo batir de las alas del insecto, desde que el mundo se creó y hasta que deje de serlo. Por eso es tan importante que, para evitar los efectos perversos de algunas situaciones, comprendamos que de lo que se trata es simplemente que haya cosas con la que no jugar a las mariposas y así podemos evitar los efectos perversos de éstas.

La crisis mundial, la que deriva de la pandemia, tanto en términos puramente sanitarios como las que corresponden a su correlato económico o social, surgió seguramente como un aleteo más del intrépido lepidóptero. Como la consecuencia irreversible de las fichas de dominó. Como consecuencia de un cúmulo de casualidades, o lo que es más fácil y probable (recuerden a Ockham y su navaja), que nuestra civilización ha estado jugando a los dados en las últimas décadas, a una especie de ruleta rusa adictiva (lean, por favor, El ruletista, de Mircea Cartarescu) y por fin la bala ha encontrado su salida por la boca del revólver, por fin los dados dieron doble seis, y no solo la naturaleza se venga, es que se venga la historia, se venga la economía, nos da una patada en el culo el porvenir.

Hay quienes teorizan, y es probable que tengan razón, que este esfuerzo multimillonario, científico, logístico…que parece va a dar como resultado el que en pocos meses, todo lo más un año, podamos estar vacunados contra el virus. ¿Se imaginan que este virus no hubiera llegado, o no hubiera atacado con la fiereza que lo ha hecho a Europa, a Norteamérica, en definitiva al mundo rico? ¿Se imaginan que este virus se hubiera quedado en la aniquilación de millones de personas pero solo, por ejemplo, en el continente africano? Yo no me lo quiero imaginar, pero tengo la tentación de pensar que ahora no habría vacuna, y que nuestra gestión de la crisis sería convertir África en una especie de lazareto.

En cualquier caso, hubo un primer momento, hubo un paciente cero, un momento inicial de esta crisis, que como todas las crisis no fuimos capaces de prever, las alas de mariposa no se adivinaron en ese primer momento, y hoy solo podemos lamentarnos de lo viene pasando y cumplir con las medidas que nos van indicando. Pero inmediatamente, cuando parece que se empieza a visualizar una luz al final del túnel, debemos y podemos pasar a la acción, lo que no se puede consentir es que se siga alimentando la reacción en cadena, que se siga alimentando la espiral de crisis. Debemos parar la onda expansiva como se detienen las que se producen en la orilla cuando tiramos una piedra. Sanidad, educación, investigación, ecologismo, igualdad, empatía…eso es para el efecto mariposa de esta crisis.

Hubo un aleteo que ha puesto en riesgo a todo el planeta, y no solo porque el número de muertes es elevadísimo. La mariposa, su aleteo. Pero como tenemos que ser positivos habrá que recordar que esos animales no solo nos provocan esos efectos de reacción negativa en cadena, y que podemos y sabemos provocar cosas positivas con su movimiento. Esos insectos tan característicos de las primaveras, que es la estación del renacer, de la eclosión de la vida, y que surgen de la transformación inesperada, y para mí insólita, de una oruga, también nos sirven para acuñar otra metáfora de la reacción química que se produce en nuestro aparato digestivo cuando alguien nos atrae. No hay forma más bonita de decir que alguien está empezando a crearte un interés especial que decir: "tengo Mariposas en el estómago". Benditas mariposas. No todo iba a ser malo, pobres lepidópteros.

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído