La revista 'Time' ha suplido su nombre en la cabecera por un 'Vote', con motivo de las elecciones en Estados Unidos.
La revista 'Time' ha suplido su nombre en la cabecera por un 'Vote', con motivo de las elecciones en Estados Unidos.

El próximo martes, día 3 de noviembre del 2020, es el día marcado en el calendario para la elección del Presidente de los Estados Unidos de América. Ya saben, aquello tan tradicional y que nos repiten siempre de: el primer martes después del primer lunes de noviembre cada cuatro años. Una tradición, como todas las tradiciones en Estados Unidos, que es tan reciente como reciente es su vista atrás, su historia. Un país construido a base de hacer perdurables sus mitos, símbolos y tradiciones y que, más allá de las que nos puedan gustar ―unas más que otras―, lo cierto es que han conseguido, unas veces con el dinero y otras con la fuerza bruta, ser líderes mundiales, por más que ese liderazgo hoy lo comparten sin ningún género de dudas con China.

Son, desde hace más de cien años, una referencia contradictoria para el mundo libre. La paradoja y contradicción en esas afirmaciones existe en la medida de que por un lado es indudable que tienen unos estándares democráticos muy importantes, y por otro, también es innegable, que valores como la igualdad y el reparto generosos de los bienes no son de la partida. Es una sociedad donde lo individual prima sobre lo colectivo, donde lo común tiene las de perder frente a la determinación de la persona, y donde el famoso “sueño americano” tiene mucho que ver con un capitalismo desaforado, sin alma, que lo convierte en pesadilla.Y sin embargo, son referentes.

En cualquier caso, con todas esas contradicciones, con toda esa historia turbulenta, llena de éxitos y fracasos, no podemos dejar de valorar y atender como se debe a la elección del estadista más importante del planeta ―o eso nos dicen―, porque, es clamoroso, que su elección condiciona también nuestro futuro en bastante medida. Lo económico, lo político, lo social, las corrientes ideológicas…la influencia de ese país se deja notar en todo el orbe y, por consiguiente, nada de lo que allí ocurra, y mucho menos si es la elección de su Presidente, nos debe resultar ajeno u ocioso. Siempre, siempre, nos jugamos bastante en el combate electoral entre los del burrito y los del elefante, demócratas y republicanos.

En esta ocasión la expectación es máxima, superior a otros momentos, con demasiados los problemas del mundo se refuerza la necesidad de tener cierta idea de cómo va a comportarse Estados Unidos ante este cúmulo de situaciones tan distópicas en las que nos encontramos, que no creo que haya en el mundo personas que teniendo un poquito de sensibilidad por todo lo que nos ocurre, que no esté, de alguna manera, pendiente en estos días de la información proveniente del otro lado del atlántico.

La pandemia, la situación económica, la creciente desigualdad, los procesos migratorios, el cambio climático, el populismo ultra, la crispación social y política, la superpoblación, la tecnificación…y muchas más cuestiones que, hoy por hoy, necesitan una respuesta clara y contundente de todos los países a través de sus áreas de gobierno, de la ciudadanía en general. Y Estados Unidos en esto, es imprescindible. Ni que decir tiene que, tal y como comenzamos a sentirlo la mayoría de la gente, el mundo está en este momento en una encrucijada en la que se pone en cuestión nuestro modus vivendi presente y futuro, lo cual nos lleva a solicitar, como una sola voz, el que de una vez por todas se pongan en marcha muchas de las medidas y gobernanzas que puedan hacer que ese rumbo caótico en el que nos estamos desenvolviendo pase a ser corregido en beneficio de la humanidad.

Me permito establecer una agenda prioritaria compuesta de: toma en consideración real y sin ambajes del cambio climático. Una agenda global para la erradicación de la pobreza y la desigualdad. Establecer líneas comunes de actuación donde los valores del común se sitúen por encima del egoísmo individualista. Democratización, más democracia real, menos figureos de élites extractivas dolosas para el conjunto de la humanidad. Situar la educación, la salud, el medio ambiente y la igualdad de oportunidades como el centro y frontispicio de las acciones gubernamentales…y se acabó la carta de la reyes magos.

Desgraciadamente no parece que vayamos en esa dirección, no obstante, nuestra obligación como ciudadanos es insistir en ello. Y la primera piedra de toque podría ser que el martes masivamente se vote en los Estados Unidos de América por apartar de la Presidencia a Trump, sería una primera buena señal.

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