Verano del '22: realidad delirante

Un señor se para socarrón ante mi mapa en papel de la ciudad. Me pregunta de qué lugar de España soy y me cuenta la historia de su familia que se resume en que a uno de sus antepasados, fiel a Pizarro, lo mataron los indios

Verano del '22: realidad delirante Museo Nacional de Artes Decorativas.
Verano del '22: realidad delirante Museo Nacional de Artes Decorativas. PabloMtnezCalleja, 2022

En la Avda. de Mayo, en el tramo que va de la Avda. 9 de Julio, a la altura del monumento, recuerdo y figura de don José Quijano, hasta el Congreso de la Nación, un Capitolio como confundido de lugar, me tragó un portal sin siquiera sentirlo, e ingresé al infierno, desde el que me fue posible ascender hasta el cielo, aunque tuve que regresar a la calle, a la realidad, al infierno, al menos al descrito por Sartre. Un italiano inmigrante, inmigrante rico, se entregó al delirio de su posesión e hizo levantar en 100 metros la poesía de Dante como si fuera su propio gran poema. Sobre su último verso un faro, que debía alcanzar Montevideo.

Por la Avda. Uruguay descubrí que las personas de esta ciudad gigantesca son mágicas y saben el número de cuadras que le separan, a quien pregunta, de un lugar a otro, e incluso nombran en voz alta, para cerciorarse, el nombre de las calles.

Pero vuelve el delirio. Un señor se para socarrón ante mi mapa en papel de la ciudad. Me pregunta de qué lugar de España soy y me cuenta la historia de su familia que se resume en que a uno de sus antepasados, fiel a Pizarro, lo mataron los indios.

Cuando llego al cementerio de Recoleta se espera un sepelio al que acuden no menos de trescientas personas. La entrada de turistas es por la izquierda y no se admiten pesos argentinos. Solo es posible pagar con tarjeta. El resto de los museos es gratis. Bajo por la Plaza de Francia. Museo Nacional de Bellas Artes. La primera sala accesible está dedicada a Auguste Rodin, que es dedicarla a Europa, seguida del arte español: el arte argentino cae a la derecha o en los pisos superiores. Más allá, por Libertador, el primer edificio apabullante es el Automóvil Club Argentino. Al cruzar la calle se llega a un Versalles de 1911: Museo Nacional de Artes Decorativas.

Buenos Aires es mágica, es surreal y es delirante. El tren que va desde Olivos, la residencia del presidente de la Nación, hasta Retiro, no el parque de Madrid, que hubiera podido ser: a la derecha el hipódromo de Palermo, a la izquierda la Villa 31. Delirio. Delirante. Buenos Aires es maravillosa para quien puede disfrutarla en sus maravillas. En la reja de Plaza de Mayo, la reja de la Casa Rosada, la Presidencia de la Nación, cuelgan bolsas para cadáveres en una acción política y no termina de pasar nada. A las puertas de la residencia privada de Cristina Fernández es convocada una vigilia en defensa, apoyo y reconocimiento a la vicepresidenta de la Nación y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires planta una valla para impedir que los simpatizantes, amantes, de Cristina Fernández puedan acercarse a ella, cosa que vienen haciendo desde hace una semana. Una muchedumbre que se convocó en la plaza cercana a cantar, a tomar mate, a vender camisetas y a asar chorizos. Según la televisión, la valla terminó cayendo, un botijo lanzó agua, hubo gas mostaza, pelotazos, bastonazos, que rompieron la cabeza de Ezequiel Guazzora, y luego la fuerza pública se retiró.

Amancay no es delirante sino una película dedicada “a los optimistas del timeline”, y esto me recuerda que acudí a un centro cultural porque había una mesa redonda alrededor de un libro, y que alguien me recomendó acudir allá. Fui. Una mujer, paciente, en las preguntas sugirió que del conurbano del que ella venía la gente no sabe qué es el lowfare y nadie se lo explica. Entonces, no lo entienden y se dan cuenta de que elløs no cuentan porque las palabras que se usan no pocas veces en política no se entienden y las expulsan, a la personas, de la comprensión de lo que pasa. La respuesta de una participante en la mesa fue larga, enjundiosa, prolija, pero no fue ninguna respuesta. Con lo fácil que hubiera sido explicar que es el lowfare, de tremenda y palpitante actualidad en estos días en Buenos Aires y Argentina por el caso de Cristina Fernández.

El Río de la Plata, como todo en este lugar, invita a la delirante idea de la inmensidad infinita; al delirante convencimiento de que es infinitamente sostenible un hipódromo frente a una Villa. Hay algo que me conmovió esta noche, dos cosas. Que cuando llegué al cine, donde había muy pocas personas, mis vecinøs y yo nos saludamos cordialmente. Y que delante de mí salía un muchacho que le decía a su amiga que no había entendido nada; sin duda honesto y muy sano.

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