La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha pisado la provincia de Cádiz este jueves en una jornada en la que ha pretendido ser la mujer invisible. En la agenda del Gobierno se informaba en la noche previa de una visita a Rota y a Jerez, primero para reunirse con trabajadores de la Base Naval y más tarde para verse con participantes de un programa de formación y empleo de personas migrantes.
Y es llamativo que haya decidido pasar casi inadvertida porque hace dos años que no pisa la provincia. La ministra de Trabajo, por lo que se ha visto, no le encuentra hueco en su agenda a la provincia más castigada por el paro. Y cuando tiene a bien darse una vuelta por este rincón, decide hacerlo alejada de los focos y huyendo de los medios de comunicación.
Desde su gabinete se informaba a primera hora de la mañana de que no iba a hacer declaraciones. El material gráfico que iba a dar fe de su presencia se facilitaría a la prensa a través de Telegram y quien quisiera saber su opinión sobre lo acontecido en este viaje fugaz tenía que acudir a su cuenta en Bluesky. Nada de ponerse delante de los micrófonos y ni siquiera informaban de dónde se iban a realizar sus vistas, no fuera a ser que un periodista se cruzara en su camino.
No está muy claro qué oculta Yolanda Díaz, pero parece que no se siente cómoda en la provincia gaditana. Desde que viniera en octubre de 2023, para un mitin de Sumar, no se le veía por aquí. Unos meses antes, en marzo, había ido a Cádiz a intervenir en un acto de CCOO y dijo que ella siempre quiere estar "donde hay problemas". Por aquel entonces tenía la excusa de visitar a José María González, Kichi, cuando aún era alcalde de Cádiz, para dejarse caer por el sur, pero ahora ya poco le une a esta tierra. Será porque ya no hay problemas...
Díaz ha sido noticia en las últimas horas por pedir a Pedro Sánchez una remodelación profunda del Ejecutivo, a raíz de los últimos presuntos casos de acoso sexual que rodean a cargos socialistas. Pero resulta que sus socios la han dejado sola ante el peligro y quizá por ello en su viaje a Rota y Jerez ha optado por alejarse de preguntas incómodas.
La habilidad del gran fotógrafo Juan Carlos Toro de pillarla en el centro de Jerez en imágenes exclusivas de lavozdelsur.es demuestra que sí, que aunque haya querido jugar a no ser vista, sí ha hecho acto de presencia en una provincia que tiene medio olvidada.
Quizá no está bien asesorada o puede que no le apeteciera atender a la prensa provinciana, pero cada vez que una política decide no plantarse delante de los profesionales de la información lleva a pensar que tiene algo que esconder. Y, con la que está cayendo, es de una torpeza supina jugar al escondite.