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Ellas han sabido asumir el rol que les ha tocado vivir; 'supermujeres' que han de enfrentarse a diario a multitud de causas sea cual sea su generación.

Somos seres sociales por naturaleza. Empatizamos y compartimos emociones. En el sentido estricto de la palabra, una tribu es el “conjunto de personas emparentadas diferentes entre sí, pero que tienen la necesidad de formar una comunidad y crear instituciones para que sea posible la convivencia”.

A las mujeres no nos avergüenza reconocer nuestra sed de relaciones. Esas que nos convierten cada vez más en un colectivo fuerte, que no huye de las mareas ni del compromiso. Valientes y decididas, para reclamar por derecho lo que la historia nos restó demasiado tiempo.

Jerez ha acogido esta semana el I encuentro de mujeres Somos una tribu, con asociaciones de toda la provincia de Cádiz, que discuten no su razón de ser que es evidente, sino los objetivos inmediatos que la sociedad les plantea. Asociaciones muchas veces denostadas y ridiculizadas pero que han sacado de sus casas a mujeres con inquietudes, y con una inteligencia emocional que ya quisieran otros.

Ellas han sabido asumir el rol que les ha tocado vivir; supermujeres que han de enfrentarse a diario a multitud de causas sea cual sea su generación. Porque en eso aún no hemos avanzado aunque muchos crean lo contrario.

Como mujer, las envidio y con el paso de los años soy más consciente del valor de lo que hacen cada hora, cada día… en silencio y sin levantar la mano. Porque no es cuestión de protagonismo sino de conseguir las mayores cotas de igualdad posibles; esas que en mi gremio pongamos el caso sigue distinguiendo con mayores cotas de poder a los hombres que a las mujeres.

Mujeres que la vida ha curtido y que han sabido revertir la magnitud de sus preocupaciones en ocupaciones varias. Porque ni de preocuparnos tenemos tiempo.

Si eso significa que cada vez somos más y con más elementos en común sin duda alguna sí soy una mujer tribal, de una banda que no rehúye del auxilio ni del apoyo de nadie y que paseamos por este mundo con grandes dosis de sensibilidad. No ocultamos que vivimos a flor de piel, con el alma en pie por todos aquellos que amamos… pero estoy convencida de que sólo juntas el camino es más llevadero.

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