“La ganadería extensiva tiene más valor por la función medioambiental que desarrolla en la conservación de los ecosistemas que como proveedor de alimento”. Desde hace años, en la Fundación Savia venimos insistiendo en esto, que cobra más importancia ante la ola de incendios forestales verano tras verano, con consecuencias muy graves… donde la Ganadería extensiva tiene mucho que aportar.
Comparto la aportación de la Fundación Savia a la propuesta de la Junta de Andalucía de la Estrategia Andaluza de la ganadería extensiva, donde dejamos clara nuestra posición sobre lo que debe recoger la Estrategia para que sea coherente con la grave situación que vivimos en nuestros montes y con el despoblamiento.
De acuerdo con la Resolución de 8 de julio de 2025 de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, desde la Fundación Savia remitimos nuestras observaciones y aportaciones a la Propuesta Inicial de la Primera Estrategia Andaluza de la Ganadería Extensiva.
En primer lugar, queremos felicitar a la Junta de Andalucía por tomar una decisión tan necesaria para nuestro territorio, y tan importante para el futuro de la ganadería extensiva y su integración en las medidas de conservación medioambiental de los abundantes ecosistemas existentes en nuestra Red de Parques Naturales (Red Natura 2000).
En segundo lugar, deseamos poner de manifiesto nuestro reconocimiento al gran esfuerzo realizado por los autores del texto de esta propuesta (con más de 400 folios de contenido), y a todo el personal que ha participado en el desarrollo del modelo de gobernanza que ha servido para elaborar este borrador de Estrategia Andaluza. Un ejemplo de participación a nivel interno, por todos los Órganos y Consejerías, bajo la responsabilidad y promoción de la CAPADR y de todos sus centros directivos.
En cuanto al modelo de gobernanza externa que ha servido para propiciar las aportaciones de los agentes del sector, con todo el respeto a los participantes, nos surgen dudas sobre si siempre han estado presentes todos los problemas que arrastran las explotaciones de aquellos ganaderos pequeños que no pueden acudir a estas reuniones por incompatibilidad de horarios con su trabajo diario, prácticamente ininterrumpido durante las 12-14 primeras horas del día.
"Nuestra idea básica se sustenta en que el ganado en extensivo tiene mucho más valor por la función medioambiental que desarrolla en el mantenimiento y conservación de ecosistemas que por la función que realiza como proveedor de alimentos de alta calidad para la población"
De todas formas, partiendo de la base de que reconocemos que el texto y contenido de esta Propuesta Inicial de Estrategia Andaluza para la ganadería extensiva se ha hecho con la mejor intención posible, para crear conciencia de la problemática existente en este sector y poder después actuar de forma decidida y rápida en su necesaria solución; desde nuestra Fundación queremos aportar ideas, fundamentos y datos, con el máximo respeto y consideración a todo el trabajo desarrollado, aunque desafortunadamente no coincidamos con lo incluido en la redacción de este primer borrador.
Nuestra idea básica se sustenta en que el ganado en extensivo tiene mucho más valor por la función medioambiental que desarrolla en el mantenimiento y conservación de ecosistemas (función principal) que por la función que realiza como proveedor de alimentos de alta calidad para la población (función secundaria). Esta idea la venimos defendiendo en los Informes que hemos elaborado para la Administración y en los eventos y foros a los que se nos invita desde hace décadas, coincidiendo con el momento en que la FAO (Steinfeld et al., 2006) recomienda la orientación del pastoreo en extensivo hacia la prestación de Servicios Medioambientales (paisaje, biodiversidad, conservación de ecosistemas, lucha contra el fuego, etc.), de tal modo que la producción ganadera sea un producto secundario y los Servicios Medioambientales sean el producto primario.
En este contexto, comenzamos a exponer nuestra discrepancia con la propuesta, porque creemos que desde las primeras páginas de esta Estrategia se empieza a orientarla sobre un pilar equivocado, que es la búsqueda de mayor rentabilidad de las explotaciones de ganadería extensiva a través del incremento de su competitividad mediante la revalorización cualitativa de los productos alimenticios (especialmente carne) que se obtienen de los animales que pastorean. Esa es, por lo menos, la impresión que se obtiene al leer las primeras páginas, como por ejemplo:
-
En la página 12, cuando en el punto 2.3.6.1 se alinea y encuadra dentro de que el objetivo general a nivel regional debe ser “la mejora de la competitividad de la agroindustria de Andalucía”.
-
En la página 16, en el punto 4.1, cuando se dice que “la misión de la ganadería extensiva debe ser una actividad competitiva, sostenible y valorada por la sociedad”… anteponiendo la producción de alimentos de calidad (valorados económicamente en el mercado) sobre los beneficios ambientales que aporta (sin valoración económica).
-
En la misma página 16, en el punto 4.2, cuando dentro del apartado Visión se dice la frase: “Mejorar la competitividad de la ganadería extensiva en Andalucía”, cuando desde nuestro punto de vista vendría mejor una que dijera: “Mejorar los Servicios Públicos que presta la ganadería extensiva andaluza a la sociedad”.
-
En la misma página, en el punto 4.3, cuando se dice dentro de los valores estratégicos: “Hacer de la ganadería extensiva una actividad económica competitiva”… que nosotros sustituiríamos por: “Hacer de la ganadería extensiva una actividad social, viable y sostenible”.
-
En la página 20, donde se empieza a centrar el grueso de nuestra alegación, ya que en el punto 6.1 Definición de ganadería extensiva se reconoce que no existe en España una definición legal, formalmente reconocida, que la caracterice.
Precisamente por eso, se debería hacer un gran esfuerzo para buscar una definición capaz de dar un giro potente e innovador a esta Primera Estrategia Andaluza de la ganadería extensiva. Creemos sinceramente que es el momento apropiado para hacer una Definición Moderna e Innovadora, que sea pionera en España, con lo que se evitaría el agobio burocrático de tener que dedicar cinco páginas de este borrador de Estrategia (págs. 20-25) a reflejar distintas normativas fiscales, de Actividades Económicas, de Aplicación de Nitratos, de Aplicación del PDR, del PEPAC y de estudios del MAPA, etc., en los que, tras el gran esfuerzo realizado, se observa que todas ellas son incompletas, no coincidentes e incluso con menciones a ciertas cargas ganaderas bastante preocupantes por su incidencia negativa sobre el medio ambiente.
Creemos honestamente que, en base a estas circunstancias, y aun reconociendo el esfuerzo realizado por el equipo redactor, no se puede hacer una clasificación fiable de ganaderías extensivas andaluzas como la que se presenta en este borrador. Por ello, proponemos una definición más concreta y clara, como podría ser la siguiente modificación sobre la expuesta en el texto:
“La ganadería extensiva es aquella que al menos el 60% de la Materia Seca (MS) de su alimentación la obtiene mediante el pastoreo, aprovechando los recursos del territorio (naturales y cultivados) ajustándose a su disponibilidad espacial y temporal (al menos durante 7-8 meses de estancia en el campo), con unas cargas ganaderas ajustadas que respeten el medio ambiente, usando razas adecuadas y adaptadas”.
"Se debería poner mayor énfasis a la hora de valorar económicamente esos pastos como alimento del ganado, ya que pueden suponer una riqueza económica superior a la cosecha conjunta de todos los cereales que se producen en Andalucía"
La definición de la que parte la Estrategia deja la puerta abierta a distintas formas de hacer ganadería extensiva o semiextensiva sin serlo. Por ejemplo: ¿podría interpretarse con esta definición que un ganadero de extensivo lo es también aquel que a lo largo del año alimenta a su ganado en pesebre con forraje que produce en su explotación durante cortos periodos de tiempo?
En la página 25, en el punto 6.2 Recursos Pascícolas, se hace mención a lo importantes que son los pastos como soporte de la alimentación del ganado que vive en ellos.
Pero, desde nuestro punto de vista, se debería poner mayor énfasis a la hora de valorar económicamente esos pastos como alimento del ganado, ya que pueden suponer una riqueza económica superior a la cosecha conjunta de todos los cereales (trigo, cebada, avena, maíz, sorgo, etc.) que se producen en Andalucía… y que, por supuesto, si no se aprovechan por el ganado, se pierde ese valor, de centenares de millones de euros. Mucho peor aún, se transforman en material combustible que después arde y que los bomberos de la Administración tienen que apagar a razón de unos 10.000 euros por hectárea (sin valorar el coste de los medios aéreos), más los costos adicionales del daño material provocado por contaminación del medio, sin entrar en los daños irreparables en vidas humanas y pérdidas sentimentales de las personas afectadas.
En la tabla 1 de la página 30 se explicitan los más de dos millones de hectáreas (2.098.000 hectáreas de superficie pastoreable) que hay en Andalucía (SIGPAG. CSP). ¿Cuánto valen esos pastos? Porque está muy bien que se describan, pero lo interesante también es que se valoren.
Según el gráfico 1 de la página 48, el 34% de la superficie de la Comunidad Autónoma son PASTOS (más terreno que el dedicado al olivar o a la tierra arable). Es interesante reseñar que se hace una descripción y distribución bastante completa de los diferentes tipos de pasto que hay en Andalucía:
a) ¿Pero cuántos se aprovechan por el ganado?
b) ¿Cuántos se desperdician?
c) ¿Cuántos arden?
d) ¿Qué significa económicamente ello para Andalucía?
En la página 54 se encuentra el punto 6.2.4 La ganadería extensiva y el terreno forestal, donde queda claro que ahí están introducidos todos los pastos forestales… pero quedan excluidos los pastos procedentes de cultivos agrícolas.
En la página 56, en el punto 6.3 Principales sistemas ganaderos extensivos de Andalucía, queda claro que el 71% de las explotaciones ganaderas son de una sola especie y el 29% restante de varias especies. Los datos merecen la pena ser revisados, porque chocan un poco cuando el punto 6.3.1 se dedica específicamente a “Las Dehesas”, que suponen 1.717.817 hectáreas. Y cuando se menciona el ganado existente en la Dehesa, se dice que lo más abundante es el ovino-caprino (1.038.814 reproductoras ovinas + 127.390 reproductoras caprinas), pero debe señalarse que la carga ganadera media es mayor por parte del ganado bovino (177.847 hembras reproductoras de bovino + 25.771 reproductoras de lidia).
En la página 58 se hace una definición de la Dehesa de acuerdo con la Ley 7/2010, que no compartimos, igual que ocurrió en su día con el conjunto de esta Ley, obsoleta e inservible para los objetivos que se marcaron. La prueba es el nulo uso que se ha hecho de ella y la gravísima situación en la que se encuentra la Dehesa hoy día.
"La situación actual necesita un giro copernicano respecto a la deriva en la que se encuentra social y administrativamente"
No comprendemos el empecinamiento que existe a nivel nacional para “definir y redefinir” la Dehesa una y otra vez, cuando está perfectamente definida por los mejores y más acreditados investigadores de nuestro país en el Nomenclátor Básico de la Sociedad Española para el Estudio de los Pastos (2021), al que se ha recurrido con anterioridad y al que ya se hace referencia en este borrador (página 25).
En el punto 6.3.5 de la página 78 se hace un pormenorizado análisis de la importancia que tiene la Trashumancia y sus Vías Pecuarias en Andalucía, que son un compendio de cultura y buen hacer ganadero a lo largo de los siglos de historia. Esto, efectivamente, hay que cuidarlo y potenciarlo.
El punto 6.4 de la página 90 se dedica a hacer una exhaustiva exposición de las Explotaciones y Censos en ganadería extensiva en Andalucía. Aunque es mucho el esfuerzo realizado, la falta de homogeneidad de los criterios de los que se parte ofrece resultados poco clarificadores.
Las 23.916 explotaciones ganaderas extensivas que aparecen en la página 23 y el número de cabezas de ganado que aparecen en las páginas 90 y 91 —1.801.138 ovinos y caprinos, 202.565 bovinos, y 1.281.501 porcinos ibéricos— parecen indicar que ese no debe ser el ganado que nos interese introducir medioambientalmente en Andalucía como ganadería extensiva (¿número de animales que pastorean, tierra pastoreada, porcentaje de pastoreo…?).
En fin, a partir de aquí creemos que no hay posibilidad de seguir discutiendo estos datos y los siguientes sobre producciones y consumo, porque desconocemos las fuentes fiables de las que parte la Administración para poder clasificar las ganaderías extensivas que pastorean en Andalucía, teniendo en cuenta que los pastos y la ganadería extensiva forman una unidad indisoluble.
Conclusiones
Desde el punto de vista de la Fundación Savia, esta propuesta no responde adecuadamente a las necesidades y a la problemática por la que atraviesa la ganadería extensiva, que se encuentra en grave peligro de desaparición, sin protección legal y sin presupuesto económico.
Su situación actual necesita un giro copernicano respecto a la deriva en la que se encuentra social y administrativamente, y ha de seguir un camino parecido al siguiente:
-
Partir de una definición clara y contundente que, con datos objetivos, deje claro que el ganado extensivo está indisolublemente unido a los pastos (integrado en el campo) y que constituye un subsector que nada tiene que ver con la ganadería intensiva en sus formas de entender y manejar el ganado a la hora de buscar rentabilidad para las explotaciones (estabuladas y con pienso).
-
Reorientar el pastoreo extensivo hacia la recomendación que hace la FAO (Steinfeld et al., 2006), para que los Servicios Medioambientales que presta a la sociedad (paisaje, biodiversidad, conservación y mantenimiento de ecosistemas, lucha contra el fuego, amortiguación del cambio climático, fijación de población en el campo, etc.) sean el producto primario (función principal), y la producción ganadera (alimentos de abasto) sea el producto secundario (función adicional).
-
Los Servicios Medioambientales que los ganaderos de extensivo prestan a toda la sociedad (función principal) son Servicios Públicos que tienen que ser justamente remunerados a través de la Administración, como lo son los Servicios Sociales que prestan otros ciudadanos para mejorar la calidad de vida y salud del conjunto de la sociedad.
-
La valoración y regulación de los Servicios Medioambientales que los ganaderos de extensivo (cuidadores del entorno natural) suministran a la sociedad tienen que sustentarse en una partida presupuestaria anual, aprobada y garantizada con fondos europeos (procedentes del Marco Financiero Plurianual, MFP) que garantizan la labor social y medioambiental de los agricultores y ganaderos europeos a través de la Política Agraria Común (PAC). Teniendo en cuenta que la Unidad de Control sobre la que se ha de medir el resultado positivo del Servicio Medioambiental prestado es la hectárea pastoreada (cuidadosamente tratada, mantenida y conservada) y no la cabeza de ganado individualmente considerada, que hace las veces de herramienta fundamental para el ganadero en su labor como conservador del entorno natural (y como bombero-avanzadilla en la prevención del fuego), cuyo número (carga ganadera), especie (herbívora) y raza (autóctona) han de elegirse y controlarse en función del suelo y territorio en el que se encuentre pastoreando.
-
La Propuesta de Estrategia Andaluza para la ganadería extensiva debería ser repensada sobre las premisas anteriores y aprovechar la oportunidad que se presenta para dar un salto de gran calado, abordando de forma valiente y decidida la conservación, mantenimiento y protección de la gran cantidad de Espacios Naturales Protegidos que tenemos (eminentemente ganaderos), que estamos obligados a preservar (Red Natura 2000), e incorporarla al Programa de Prevención de Incendios que afecta a casi la mitad de nuestro territorio.


