¿Quién es el defensor de la Constitución?

¿Quién será el defensor de la Constitución? La democracia fuente y vida de todo constitucionalismo.

Ejemplar de la Constitución de 1978.
Ejemplar de la Constitución de 1978.

Los “constitucionalistas” son a la Constitución lo que los oportunistas al sentido de la oportunidad o el apendicitis al apéndice: una inflamación perversa. Arrimadas, Casado y Abascal usan la “Constitución” para negar la Constitución ¿Pero qué es la Constitución? El principio democrático (igualdad y libertad) formalizado lógicamente por medio de un sistema de valores y reglas de formación (como se hacen las normas) y transformación (como se cambian las normas), que contienen dos propiedades igualmente formales: completud (soberanía popular y derechos fundamentales individuales ) y consistencia (subsistema de garantías que impidan la arbitrariedad de las normas y la discrecionalidad del poder).

Contraponer el principio democrático y la Constitución, amén de ser un absurdo lógico, como contraponer causa y efecto o antecedente y consecuente; es un indicador de que se niega lo uno (principio democrático) y lo otro (Constitución). No hay Constitución sin principio democrático. Y no hay principio democrático sin Constitución podrían alegar, no sin razón, los constitucionalistas. Pero el error es igualar como intercambiables el antecedente (principio democrático) y el consecuente (Constitución) pues que no lo son: el principio democrático (que es principio constituyente) se sitúa en el plano ontológico, mientras que la constitución se ubica en el plano instrumental.

Casado, Arrimadas y Abascal se oponen al principio democrático constituyente cuando fosilizan y reducen el constitucionalismo a la Constitución positiva concreta (1978), a la par que niegan o deterioran gravemente los valores constitucionales (libertad, igualdad y pluralismo político) y los derechos fundamentales y sociales. Por otro parte el independentismo catalán no se oponen, como los “constitucionalistas”, al principio democrático pero sí a la Constitución positiva de 1978 por no ser suficientemente democrática. Estamos pues ante un doble ataque a la constitución; “constitucionalistas” qué ignoran el principio constituyente , lo más grave con diferencia; e independentistas, que obvian a la constitución positiva fuera de la cual el ejercicio del principio democrático es harto conflictivo por que puede deteriorar seriamente la consistencia del ejercicio mismo de los derechos.

En esta tesitura diabólica ¿Quién es el defensor de la Constitución como se preguntaba Kelsen? Aquellos actores políticos que sean capaz de reconstruir el puente entre la “Constitución” y el principio democrático constituyente. Y para reconstruir ese puente el mayor obstáculo son los auto proclamados “constitucionalista”, en primer lugar, y una fracción del independentismo catalán proveniente de la de la derecha nacionalista (antiguos CIU) que ha perdido su estatus tradicional de intermediario ( y comisionistas) entre Madrid y Barcelona. ¿Quién será el defensor de la Constitución? La democracia fuente y vida de todo constitucionalismo.

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