Es el eterno debate para cualquiera nacido en Jerez cuando llegan estas fechas y se comunica con cualquier persona de fuera de la ciudad. "Es Zambomba", se repite. El instrumento y el evento. No hay término medio. Ni 'Zambombada' ni 'Zambombá'.
La RAE en su día lo quiso recoger en un mensaje en Twitter del que años después no queda ni rastro. Es la polémica de cada año: es Zambomba porque su origen denomina así a la fiesta. Es además Bien de Interés Cultural, desde hace ya diez años.
Ese BIC otorgado por la Junta fue elaborado por etnógrafos y especialistas en un importante trabajo histórico y cultural. Entre ellos, Manuel Naranjo y Eva Cote. Una importante labor de mantenimiento que también relaizó con la Caja de Ahorros Juan Pedro Aladro, fallecido en 2019. Todo ello contribuyó a mantener y defender el evento.
Y ahí no queda duda: se ha denominado siempre así: Zambomba.
Los últimos en caer en un error que puede resultar comprensible han sido en sus cuentas de Twitter el PP de Alcorcón (Madrid) y un concejal del PSOE de Sevilla, Juan Tomás Aragón.
"Una zambombada que retó al tiempo. Aunque la climatología obligó a cambiar la ubicación inicial a la Plaza del Ayuntamiento pero al final ganó la zambombada de la Casa de Andalucía de Alcorcón. Sus villancicos lograron que la lluvia amaine y que los alcorconeros disfrutaran de una tarde mágica", decía el PP en un mensaje de Twitter.
Por su parte, Aragón decía: "¡Enhorabuena una vez más por la Zambombada del coro Ilusión de la Asociación Afitor! Desde el Centro Cívico de Torreblanca llenan de alegría, tradición y espíritu navideño a todo un barrio. ¡Gracias por hacerlo posible!".
Se entiende que se ha popularizado la confusión. Pero nunca es tarde para repetirlo y para corregirse, algo que se pide con la mayor comprensión hacia los protagonistas, invitándoles de hecho a que acudan a Jerez a empaparse de arte y de términos. Es Zambomba, nunca 'Zambombada' ni derivados. En lavozdelsur.es mantenemos además que el evento vaya en mayúscula y el instrumento en minúscula. Una tradición para escribir bien en grande y seguir engrandeciendo.