La plaza Rivero ha sido escenario en la mañana de este sábado de la llamada 'Zambomba mañanera'. Un evento que, como su nombre indica, tiene lugar a primerísia hora. Una tradición que se remonta a hace una década, coincidiendo con el boom de la Zambomba.


Y la razón es la que aparenta: huir de las horas de mayor aglomeración, encontrando su sitio en Rivero, una plaza que a cualquier hora desde la tarde hasta bien entrada la noche, suele estar con muchísima gente en estas fechas.



No a todas horas, claro. Habitualmente, a las ocho en las calles de Jerez un fin de semana hay vecinos, trabajadores que se dirigen a sus trabajos, algunos bares de desayunos o quienes acuden por costumbre a alguna misa de primerísima hora. No Zambombas, claro.



Esta es una rareza pero a la vez es la que más puede sonar a Jerez. Participan jerezanos con el estilo propio: alrededor de un centro, cantando todos, improvisando, riendo... Básicamente, la esencia de lo que hizo dispararse un fenómeno que está continuamente cambiando.


