No puedo ver su piel canela, ni sus ojos en forma de almendra que todos dicen ser tan brillantes como los míos. Sí puedo sentir su piel suave como la de mi hermana Celeste, ambos tienen un olor que no olvidaré jamás, el olor de la pequeña es sin duda el del inicio de la vida y el cachorro traía impregnado consigo el olor a felicidad. Mientras Celeste no sea lo suficientemente mayor para ayudarme, Dester lo hará. Mi nuevo amigo aún es también pequeño, pero mamá me ha explicado que nació para guiarme cuando los demás no puedan y que juntos aprenderemos a no tropezar y podré ser independiente. Tengo siete años y aún no sé muy bien el significado de la palabra independencia, pero sé que mi nuevo amigo y yo lo descubriremos juntos. Tendremos que impartir algunas clases antes de que eso suceda, pero no me importa, no pienso separarme de Dester jamás.
No transcurrió mucho tiempo hasta que descubrí que mi mejor amigo era un perro guía y, a la vez, que estoy rodeado de muchas personas que tal vez puedan ver y describir los colores, pero que no han descubierto que no son menos ciegos que yo mismo. Dester a pesar de que, como todos, ha tenido que aprender a caminar por la vida, no está desempeñando solo un trabajo, la amistad y el amor que mi perro me procesa y yo a él nacen del corazón de ambos y no de las clases de adiestramiento que ya hace tanto que impartimos. Sé que así lo sentimos los dos y no cambiaría algo tan especial como lo que tenemos por poder contemplar el azul del cielo. Pero sí que desearía poder contemplar, aunque sea por un solo instante, el rostro de Celeste y su mirada, esa que constantemente siento que me penetra en el corazón. Dester durante todos estos años ha sido un fiel guía, pero aun así mi hermana pequeña nunca me ha soltado de la mano.
Me he convertido en un hombre y en este proceso de transformación Dester ha sido un maestro ejemplar y fundamental para haberlo logrado. Por mi vida han pasado todo tipo de personas, he tenido pareja, experiencias positivas y menos positivas, pero Dester es el amor incondicional en estado puro.
Fue en octubre en el año 1927 cuando una emprendedora mujer, Dorothy Harrison Eustis, hacía fortuna entrenando perros para el Ejército, Policía y servicio de aduanas y debido a su gran ímpetu y experiencia fue la verdadera y principal impulsora internacional del uso del perro guía. Se instruyó durante varios meses en el pionero centro de Postman y quedó tan impresionada por su experiencia que escribió un artículo sobre el Saturday Evening Post en América. Su artículo fue leído por el estadounidense Morris Frank, que padecía de ceguera y el cual escribió a Eustis diciéndole que deseaba ayudar a introducir perros guías en su país, los Estados Unidos.
Dorothy aceptó el desafío y entrenando a un perro, una hembra llamada Buddy, invitó a Frank a viajar a Suiza para que empezara a trabajar con el animal. Cuando Frank regresó a los Estados Unidos lo hizo con la que se convirtió en la primera perra guía del país. El éxito tras la experiencia en Estados unidos hizo que Eustis creara una escuela de perros en Suiza en 1928 y que bautizó con el nombre de El ojo que ve, tomó el mismo nombre, para la que fundaría un año después, en 1929, New Jersey y de ahí logró expandirse por innumerables países.
Conseguir un perro guía es la ilusión de muchas personas ciegas y con discapacidad visual, porque los canes no solo realizan el trabajo duro de guiarles y superar las dificultades cotidianas, sino que les aportaran seguridad, compañía, les ayudan a ejercitarse diariamente y a relacionarse. En la actualidad, las listas de espera pueden superar los cuatro años para aquella persona que lo solicite. Considero de gran importancia conocer más sobre estos animales, la gran labor social que desempeñan y su generosidad sin esperar nada a cambio con respecto al ser humano. Cada 27 de abril se conmemora el día internacional del perro guía, y tal vez sea ahora el momento de devolverles todo aquello que nos ofrecen. Aquí mi pequeño gesto y muestra de gratitud para ellos, tal vez valorarlos y darles visibilidad podría ser el tuyo.
Por los amigos que dejan huella en nuestras vidas.
Comentarios