Un momento, de un 'Black Friday' pasado. FOTO: POWHUSKU
Un momento, de un 'Black Friday' pasado. FOTO: POWHUSKU

Comienzan los descuentos del que se ha convertido en todo un acontecimiento social en nuestro país, El Black Friday. Días negros para nuestras carteras y tarjetas de crédito ante las compras que se avecinan.  Descuentos a los que se intentan sacar partido de forma razonable e intentos fallidos de no convertirnos en compradores compulsivos. Regalos navideños, la tradición de Los Reyes Magos, la secadora que se estropea justo cuando empiezan a caer las primeras lluvias de otoño, todo esto hace que de aquí a final de año nos tiemble el pulso cada vez que sacamos la tarjeta de plástico para pagar.  Pero tranquilos, que por suerte también hemos adoptado otra tradición que nos salvará de la ruina económica, y que es la mejor solución para reducir las compras a las que nos enfrentamos, me refiero por supuesto “Al Amigo Invisible”. 

En alguna ocasión he leído que es posible hayamos adoptado esta tradición de una costumbre venezolana que empezó a desarrollarse a finales del año 1800, en aquellos años estaba mal visto que las damas hicieran regalos a sus amigos, y con este motivo optaron por reunirse en grupos mixtos para poder obsequiarse unos a otros sin que fueran sometidos a un juicio social. Para ello utilizaban una cajita en la que guardaban pequeños papeles con los nombres de los participantes, cada uno de ellos tomaba uno al azar para hacer su correspondiente regalo y también recibirlo. “Compadre secreto de papelito” lo llamaban, aunque posteriormente esta tradición pasó a conocerse como “Amigo Secreto” y se extendió por el resto de países vecinos. (Fuente Diario El Confidencial 6/12/2020).

Por aquel entonces aquella práctica solo implicaba tener un amigo secreto o de papelito, la vida social estaba más limitada y las comunicaciones no eran las que son hoy, me atrevo a decir que, por suerte, aunque sé que una gran mayoría no estará de acuerdo. Esta tendencia para hacer regalos seguiría siendo tan útil y agradable como por aquel entonces, si no fuera porque hoy en día si te dejas llevar un poco, en menos de un minuto te has convertido en amigo invisible de al menos diez personas de distintos grupos de WhatsApp, como pueden ser el del trabajo, amigas que ves una vez al año, familia, clase de Yoga, Gimnasio, solo primas, solo hermanas, antiguos alumnos… Y lo mejor de todo es que te ha tocado regalar a un compañero de trabajo con el que nunca has hablado, a la que peor te cae de tus “amigas” (Con las que solo te reúnes para el amigo invisible), al más rarito de la familia, a la que solo va una vez al mes a la clase de Yoga y ¡Al menos una alegría cuando te toca regalarle a ese monitor de natación que está de tan buen ver! Y por favor, ¡Que alguien me explique a quien se le puede ocurrir que participe la hermana superiora del Colegio de las esclavas donde estudiamos! ¡Nadie regalará a esa mujer el rosario que espera con tanta ilusión!

En mi opinión, esta tradición sirve para dejar al descubierto todo aquello de lo que no te das cuenta el resto del año; un gran número de personas con los que no tratas, pero si “te relacionas” en grupos de Telegram y WhatsApp, no solo son “amigos invisibles” cuando se acerca navidad, durante los 364 días restantes del año son inexistentes para ti y tú para ellos ¡Pero preferimos engañarnos y solo somos felices cuando nos agregan a un nuevo grupo! ¡Y si es para participar en el amigo invisible nos sentimos tan halagados! ¡Deseando de quitarle otro año más el papel de regalo al llavero de Pokémon del chino! 

Y se podría decir que las tradiciones evolucionan, aunque no siempre a mejor. Solo en navidad cuando eres consciente de que eres invisible, cuando tienes que comprar un regalo cutre de tres euros a un desconocido y te unes a nuevos grupos de gente no visible “Hay un amigo en ti”. “El verdadero valor de un regalo está en las manos de quien lo entrega” (Frase tomada de internet y escrita por alguien), y estas no son invisibles. Tal vez hay un amigo de verdad, de carne y hueso que no pierde la esperanza de dejar de ser transparente para ti. Seguramente el llavero de plástico en forma de unicornio que tenías pensado regalar al hombre incorpóreo, será el mejor regalo que pueda recibir, porque procede de ti, un ser real y con rostro. Su obsequio será la luz de su mirada mientras te sonríe. Algo tan suyo, lleno de magia y que, para ti, nunca dejará de existir.

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Comentarios (1)

Roberto Hace 1 año
Un artículo que copia el artículo de rl confidencial de 2020 llamado intercambio de regalos
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