El penúltimo asalto en el PSOE de Cádiz

Este fin de semana se votaba la lista de delegados al 40º Congreso Federal del PSOE, siendo Cádiz una de las cinco provincias dónde se ha presentado lista alternativa. El resultado es cuando menos importante, ya que son unas seudoprimarias.

El penúltimo asalto en el PSOE de Cádiz.
El penúltimo asalto en el PSOE de Cádiz.

Este fin de semana se votaba la lista de delegados al 40º Congreso Federal del PSOE, siendo Cádiz una de las cinco provincias dónde se ha presentado lista alternativa. El resultado es cuando menos importante, ya que son unas seudoprimarias. Aunque de aquí no salga un nuevo secretario general provincial, sí marca el futuro próximo. Es fácil intuir que había demasiado en juego, por lo que, si hubiera que definir el proceso solo con una palabra, sería “tenso”. Se debe sobre todo a que se esperaba un resultado ajustado, existiendo hasta última hora incertidumbre sobre quién ganaría. En una situación así, hasta el último voto cuenta, lo que motiva el uso de lo que eufemísticamente podrían denominarse prácticas poco ortodoxas. Sobre esto hay una frase que me ha marcado especialmente, y es que, ninguna de las asignaturas de la carrera de Ciencias Políticas te prepara siquiera para entender cómo son los procesos internos de los partidos políticos.

En mi caso, decidí apoyar la candidatura de Juan Carlos Ruiz Boix y trabajar por ella, ya que quería acompañar a la gran mayoría de mis compañeros de Juventudes. El posicionamiento de Juventudes era de esperar, ya que la relación entre Irene García y la ejecutiva de JSA-Cádiz no parece haber sido buena. Sin embargo, por el camino varios amigos y conocidos decidieron apoyar la candidatura de Irene. Para mí, la amistad prevalece sobre cualquier cosa, política interna incluida, por lo que pudimos comentar el proceso y obtener una visión panorámica completa. Es curioso que para enterarte de los trapos sucios de una parte tienes que informarte según lo que cuentan los de la otra, que son los que los sufren.

Así se conocen casos como expedientes disciplinarios que llevaban más de un año paralizados y que de la noche a la mañana quedan resueltos o agrupaciones que de repente sextuplican su número de afiliados. Aquí entra en juego lo que en el argot se conocen como brazos de madera, gente que solo acude el día que hay que votar. Suelen ser mayormente familia. Si se señala correctamente al cabecilla y se presta atención nos encontramos con sus padres, hermanos, primos, pareja, suegros y los tres amigos de la infancia. Puede parecer una broma exagerada, pero conozco algún caso que otro que cumple esta lista completa. A veces pienso que es un milagro que en los estatutos no se permita la afiliación del perro de la familia con tal de que este también pueda votar.

A pesar de todo, el resultado me parece lógico. Teniendo en cuenta lo que desgasta el liderazgo, dado que es imposible contentar a todo el mundo, es fácil dejar por el camino un número considerable de gente en tu contra. A esto se le debe sumar quien se une al carro para conseguir una mayor cuota de poder al más puro estilo “el rey ha muerto, larga vida al rey”. Aun así, la peculiaridad es que la unión contra Irene es significativamente plural, con componentes que en su estado natural estarían destrozándose entre sí. Es por ello por lo que alguien de peso dijo que las candidaturas que se hacen con pegamento ultra rápido no suelen salir bien. A la vista está que en el corto plazo sí, y el tiempo dirá lo que ocurre a la larga. Puede que, como se dijo en cierta producción bélica italoamericana, Anzio (1968), volveremos a barajar las cartas y empezaremos de nuevo.

De este proceso solo saco algo en claro. Desde siempre se nos ha inculcado la existencia de buenos y malos, con una fuerte carga moral y un antagonismo patente. Pero en la política no hay héroes y villanos, como sí puede haber en cualquier película donde John Wayne salva a la chica. La cosa suele parecerse más a un spaghetti western, dónde el protagonista solo es un mercenario sin nombre que se mueve por dinero. Esta es una de las cosas que la izquierda alternativa reprocha al PSOE, pero realmente no es un mal del partido en sí, sino que es producto de la circunstancia de ser el único partido de izquierdas con posibilidades de llegar al poder. Si algún día otra formación sustituyese al PSOE en eso, todos los males de este rápidamente se traspasarían y a una escala mayor, ya que en una formación donde un simpatizante inscrito, sin pagar, tiene el mismo derecho a voto que un militante, el imperio de los clanes familiares se extendería como una gangrena rápida.

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