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Hagamos un ejercicio y durante un minuto pensemos en un gremio donde antes se necesitaban diez trabajadores y ahora, gracias a la tecnología, sólo hacen falta dos, ¿ya lo tienes en mente? El otro día leí que un software interpretaba una radiografía con casi un 99% de fiabilidad. Es decir, con mayor efectividad que un traumatólogo. Aunque éste sueñe, ame, odie, sea del Real Madrid o tenga un alma cándida y cristiana. Su vocación sea pura humanidad y lleve estudiando veinte años en un eterno reciclaje. La maquinita lo supera.

Pero todavía te crees imprescindible, ¿verdad? Es curioso cómo el capitalismo extremo aniquila a las personas y se nutre de las estadísticas para llevar a cabo su lema de mayor beneficio con menor gasto. Haciendo que cada año sobren más personas. ¿No creerás que le pongo trabas al progreso o que estoy en contra de la invención de la rueda? No se trata de eso, ya verás... El banco Santander ha hecho hace poco días un ERE muy abultado, sobre todo a mujeres. Donde antes en un banco, hace 40 años, entraban con las cuatros reglas hoy hay que ser premio Nobel de Economía para que se replanteen tu presencia en su Santa Sede. Pero sigue diciendo que los jóvenes son vagos, sigue...

Seguro que todavía, crees que no sobras y, sobre todo, aunque ese multimillonario capital creado a costa de reducir personas y el avance de la tecnología, está en manos de unos pocos individuos en el mundo, aun así, te echas las manos a la cabeza, salvando a la patria, cuando los de la izquierda perro flauta y populista quieren imponerte impuestos progresivos, renta básica, pagas, subvenciones y ayudas a eso pobrecitos inadaptados. Porque no nos engañemos, que un ciudadano de un barrio marginal sin acceso al trabajo de calidad y sin las mismas herramientas desde su niñez que tú, cobre una ayuda, te crea más alarma en el coco que el Estado le toque un euro a un magnate que tiene esa fortuna, a costa robar en el tercer mundo. Luego, con aplaudir su caridad te vale. Ya se sabe que Don Amancio es un emprendedor cojonudo.

Hay un dato muy claro en este aspecto, España ocupa unos de los últimos lugares en Europa dando ayudas sociales. Como pueden comprobar, no somos la panacea en este tema. Pero por demasiados corrillos dicen que aquí se vive de las pagas. Repito, somos de los últimos puestos. Esto fluye en el lado de la fuerza oscura más cuñadil. Es como decir que las denuncias falsas, sobre maltrato, de una mujer hacía un hombre, pueden ser equiparables en una discusión. O que en un debate pueden tener el mismo argumento de peso. Una majadería sin ninguna lógica, si de verdad en Google miramos el porcentaje de víctimas.

Pues sí amigos, siempre los tópicos pueden con nosotros y nuestras frustraciones destrozan la empatía. Nuestros problemas y traumas personales nos limitan el discurso positivo. Por último, voy a hacerte una pregunta: ¿de verdad crees que en tu ADN llevas una mutación que te hace ser más productivo o motivado que un chico que se ha criado en una barriada subdesarrollada? Venga date otro minuto para pensarlo. No hay prisa. Reflexiona, oh tú príncipe de la clase media.

Me parece a mí que el dueño del mayor banco suizo o de la mayor empresa petrolera del mundo, si quisiera y por sus intereses, podría hacerte ver que con una inversión adecuada en esas barriadas, cualquier chaval que está sentado en un banco podría, de un plumazo, ser tu sustituto en tu puesto de trabajo, por ser mejor que tú. Salvo, claro, que seas imprescindible.

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