En un artículo anterior, publicado en este medio en octubre de 2025, aseveramos que el alumbrado público de las calles de Jerez ocurrió en febrero de 1893 y no en 1890 como se decía tradicionalmente, no siendo la primera ciudad en iluminar con electricidad parte de sus calles como se venía manteniendo. De hecho, ese año solo se iluminaron las calles Larga y Lancería, mientras el resto del alumbrado público seguía siendo por gas. El alumbrado eléctrico en la ciudad se fue ampliando en un proceso lento, pues se necesitaba una infraestructura que era costosa y se trataba de una tecnología nueva que estaba comenzando y se desconocía su verdadero potencial. El alumbrado público de calles fue anterior en otras ciudades como Barcelona (1881), Bilbao (1883), Gerona (1886), Haro (1890), Cádiz (1891), Sotres (1891), etc.
Ya advertíamos en dicho artículo que el uso temporal de alumbrado eléctrico para un determinado evento no podía catalogarse como verdadera instalación de alumbrado público en las ciudades, que era una empresa mucho más dificultosa. Es probable que el alumbrado eléctrico llegase al mismo tiempo a comercios y empresas a la vez que se iluminaban las calles. En el caso jerezano no sabemos si ocurrió así, pues aún no conocemos datos precisos al respecto.
Sin embargo, sí hemos encontrado recientemente documentación de que en Jerez se utilizó un incipiente alumbrado eléctrico esporádico en 1872, durante el reinado de Amadeo I, para iluminar con energía eléctrica la fuente de la Plaza del Arenal, con motivo de la feria de ganados de primavera que se celebró los últimos días de abril y mayo de ese mismo año. Ese año de 1872 se modificó la fuente de la Plaza del Arenal -en aquella época denominada Plaza de la Constitución en honor a la constitución de 1869 - ampliándose los grandes surtidores que lanzaban al aire con fuerza el agua de Tempul hasta 20 metros de altura.
La gran obra de infraestructura de la traída de aguas de Tempul culminó en 1869, inaugurándose dicha grandiosa infraestructura el día de la Virgen del Carmen de ese año con la llegada de las aguas a la fuente de la Plaza del Arenal a través de un gran surtidor instalado en el centro de la plaza. En 1872 se ampliaron los surtidores y se modificó y amplió el estanque con lo que la fuente se hizo más llamativa.

Por dos noticias recogidas en el periódico jerezano El Progreso de 19 y 28 de abril de 1872 se sabe que la iluminación eléctrica de la nueva fuente se produjo el 27 de abril de 1872. En el ejemplar del 19 de abril se anunció que “Desde la tarde del día 27 comenzarán a correr las aguas de la dicha fuente; y por la noche aparecerán iluminadas con luz eléctrica, lo que constituye el más agradable espectáculo”. Por otra parte, en el ejemplar de 28 de abril ya se recoge la noticia de la espectacular iluminación de la nueva fuente en el día anterior: “Pero el espectáculo más maravilloso y magnífico fue el de los juegos de agua iluminados por la luz eléctrica. El aspecto que la plaza presentaba era verdaderamente mágico y causaba la admiración de quienes no habían visto tan bellísimo cuadro. Jerez puede estar envanecido de una riqueza que le envidiarían cien y cien ciudades”.

Nos encontramos ante una referencia de uso de alumbrado eléctrico de forma esporádica de las más antiguas de España. Nada hemos encontrado sobre quién llevó a cabo dicha iluminación ni sobre la técnica empleada. Imaginamos que el alumbrado tenía la fuerza suficiente como para alumbrar los chorros de agua que salían de los nuevos surtidores.

No nos parece probable que la tecnología empleada fuese por un sistema de combustión, y también dudamos de que se aprovechase la fuerza de los surtidores para producir energía hidroeléctrica que consiguiera encender algunas lámparas de arcos voltaicos que alumbraran la fuente. Pensamos más bien en un sistema móvil, en uno de esos inventos de la época – era la época de los inventores- como la dinamo de Gramme o un sistema de dinamo parecido, generadores de corriente continua, pero que después se mostraron poco útiles para producir electricidad a gran escala. Por tanto, desconocemos la verdadera tecnología que se empleó, pero sin duda fue algo muy novedoso para la época. No podemos descartar que este acontecimiento se repitiese en años posteriores debido al éxito obtenido, algo que futuros estudios deberán corroborar.
En 1872 la feria de primavera se realizaba en Caulina, cercana al Hato de la Carne, probablemente entre el final de la actual avenida de Europa y la rotonda de Michelín. Se llevó allí desde 1869 para contener mejor las miles de cabezas de ganado de variadas especies que se concentraban para la ocasión. Había otra parte habilitada para la diversión donde se erigían algunas tiendas de lona o madera donde se vendían productos o se suministraban comidas. Pero la mayoría de la población acudía en carromatos, caballerizas o andando con sus cestos de comida y bebidas en una fiesta que se asimilaba más a una romería que a las ferias actuales. Posteriormente, se habilitó una pequeña estación de ferrocarril a la altura de las vías del tren de la actual Avenida de Europa, para acercar a la población al lugar.
Sin embargo, la animación durante la época de feria continuaba por la noche en el centro de la ciudad. Las calles Larga, Lancería, Alameda del Banco, Plaza de la Constitución (Arenal) y Consistorio se iluminaban de forma especial con alumbrado de gas y numerosas velas, de ahí el nombre de “veladas”. Se engalanaban los balcones y se adornaban con farolillos venecianos. Se hacían bailes en los principales casinos de la ciudad. Se realizaban cucañas y espectáculos de acróbatas y circenses. Se hacían corridas de toros en la plaza, que precisamente se reinauguró en 1872. Se terminaban las fiestas con fuegos artificiales que causaban admiración entre la población. En este contexto se produjo el alumbrado con luz eléctrica de la nueva fuente de la Plaza del Arenal.
Solo conocemos un caso de uso de iluminación eléctrica en España anterior al mencionado aquí. Se trata de la iluminación con luz eléctrica de la farmacia de Domenech en Barcelona en 1852. El caso jerezano es anterior al empleo de alumbrado eléctrico esporádico que se realizó en 1878 en la Plaza del Sol de Madrid para celebrar la boda de Alfonso XII y María de las Mercedes de Orleáns. También es anterior al alumbrado eléctrico de un barracón durante las Fallas de Valencia de 1880 y de la iluminación en 1881 de la avenida que llevaba al palacio del Marqués de Comillas en dicha población cántabra, para conmemorar la realización de un Consejo de Ministros en su palacio. El uso del alumbrado eléctrico era utilizado en principio para hechos muy puntuales y festivos, siendo el alumbrado público de las calles un hecho más complejo y costoso que tardó más tiempo en implantarse.
La iluminación eléctrica de la Fuente del Arenal en 1872 es una prueba más de la importancia que tuvo Jerez en el siglo XIX. Una ciudad enriquecida con el negocio vinatero que fue pionera en numerosos proyectos que engrandecieron la ciudad como el ferrocarril de Jerez al Trocadero, la traída de aguas de Tempul, el primitivo tranvía de sangre, el ferrocarril urbano, etc.




