En otro tiempo la Flave, o Federacion Local de Asociaciones Vecinales servia a la ciudad. Las Asociaciones fomentaban el deporte entre los jóvenes, había campeonatos de verano, la Flave ayudaba a los gobiernos municipales a proyectar la participación ciudadana, siempre en positivo, colaborando y arrimando el hombro.
Hoy la FLAVE, de manos de Milagros Muñoz Gil y Enrique Valle, vive en declive. Ambos, con un desmedido afán de protagonismo politico-dicen las malas lenguas que porque ambos quisieran ser concejales-son más una empresa con un doble objetivo: salir en los medios de comunicación y cobrar la paguita de la subvención.
La cultura de vivir del Ayuntamiento no es novedad en El Puerto. Desde tiempos de Hernan Diaz, trabajar en una contrata, que te diera un piso Suvipuerto, recibir una subvención para tu asociacion o una entrada para los toros eran parte de las ventajas picarescas que la “Uchi” del momento pretendía.
Ahora la FLAVE no cobra subvención y arremete contra el gobierno local con más violencia que ningún partido de la oposición. No parece que al gobierno de PP y Cs le afecte demasiado, ya que una aplastante mayoría de portuenses, siendo conscientes del tiempo tan duro que está tocando vivir, estan contentos con la aprobación del ansiado PEPRICHYE, con los 7 parques infantiles, la pista de atletismo, los nuevos campos de futbol o las obras en edificios como el Hospitalito. Fiestas, que es unánime aparte, la gestión del gobierno local es aplaudida en todas las barras de bares de barriada. En cambio es denostada por quienes ya no cobran una subvención.
Asi le va al Movimiento Vecinal. ¿Desde cuando no hay elecciones en los barrios? ¿Desde cuando no hay relevo en las presidencias de asociaciones? ¿Cuantos vecinos se interesan por lo que hace la FLAVE? Pues eso, así le va a “la Uchi”. Que se siga fotografiando con la extrema derecha, que siga poniendo en almoneda la defensa de la ciudadanía, que pronto no existirá ni movimiento vecinal, ni Flave ni ná.
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