(Hasta ahora, los fines de semana de Zambombas la Policía Local ha puesto algo más de 50 multas por miccionar en la calle. ¿Muchas, pocas? Eso deben decirlo ustedes).
"Escúcheme, señor agente, yo no estaba miccionando en la vía pública… vale, sí, estaba haciendo pis y usted me ha pillado, señor agente, pero yo no estaba miccionando. Vale. Ah. Que es lo mismo. Joder, ¡Pues explíquese, hombre, que es que parece que tiene que salir uno de fiesta con el diccionario! Ya. Que baje el tono, que menos cachondeíto…
Bueno, que le decía que he salido con los colegas a dar una vuelta por el centro, a las Zambombas, y me he tomado unas cuantas cervezas, es cierto, unas birras, sí, nada más, eh, nada más, y luego tenía ganas de mear y he ido a las cabinas a ver si hacía pis, pero había mucha cola. Antes hemos tenido que dejar en un banco de la Alameda al Rober, sí, que se ha tomado cinco o seis vinos dulces y ya para el tercero iba listo, la falta de costumbre, que él siempre ha sido de cubatas… ¿qué? que no le importa lo del Rober… ya, me hago una idea, pero hemos sido un poco cabrones dejándolo ahí al fresco, medio dormido, que ahora ya hace frío… supongo que se habrá encontrado con alguien, yo miré hace cinco minutos y no tengo nada en el móvil, ni un WhatsApp ni nah…
Ya, sí… que le quería decir, señor guardia… que le llame agente, señor agente… sí, sí, sin problemas, voy… que le quería decir que con toda la gente que había en las cabinas he intentado ir a un bar y me han dicho que no podía entrar a hacer pis si no era cliente, que el baño es solo para los clientes… que tenía que consumir algo, vaya, pero el caso es que yo ya me estaba meando mucho, miccionando mucho, como diría usted, ja, ja, vale, vale, un respeto, sí, y pensé, pero cómo me voy a tomar ahora otra cerveza, en qué mente cabe, pero no, la señora erre que erre, que tenía que ser cliente, y después de media tarde por ahí tampoco voy sobrado de dinero, entiéndalo, señor agente, así que salí, me busqué una callejón que no estuviera muy iluminado y que tuviera un buen rincón… y lo encontré, que me ha llevado un trabajito, pero lo encontré, claro que lo encontré, pero delante de mí ya habían pasado muchos tíos, lo hemos encontrado muchos, por lo que se ve, tantos que como es una calle así en cuesta, el pis iba para abajo y se me vino a la cabeza eso del río de Cartuja güi, güi, güi… ¿Cómo dice? ¿Un respeto? ¿Otro? ja, ja, ja. Que no es el momento de ponerse a cantar, ya, sí, sí, disculpe, señor agente, es solo que estoy un poco mareado, ja, ja, sí, eso es, nada, disculpe usted… le decía que está claro que somos muchos los tíos que hemos encontrado este rincón, que ya lo está viendo usted, que también lo ha encontrado, ja, ja, ja…. perdón, perdón, perdón, otra vez… que le quería decir que ya ve usted cómo está esto, que está encharcado, que hay que tener valor, que a mí lo que menos me apetecía es ponerme a mear, ja, ja, en este rincón, que lo mismo me estropeo los zapatos y todo…
A ver, una cosa, ¿cuánta gente cree usted que ha meado aquí ya en lo que va de día? Perdón, miccionado, ja, ja. Diga una cifra, señor agente, venga, dígala, no se corte… ya, que se está usted cansando, pero que yo no estoy de cachondeíto… bueno, sí, que estoy en las Zambombas de Jerez… si yo le contara como estoy yo, desde que salí de casa… y el Rober, ¿dónde estará el Rober? ¿Me pueden ayudar a buscarlo los de la Policía, sus compañeros? Ya. Que no…
Pues eso es todo lo que puedo decirle, señor agente. Que me hacía mucho pis, que tenía ganas de miccionar. Es miccionar, ¿no? Ja, ja, ja y que he encontrado este rincón y ya está… diga un número, hombre. Para mí que veinte. ¿Que veinte qué? Que veinte han meado antes que yo aquí, seguro, señor agente. Otros veinte tíos y lo mismo alguna tía, que se tapan con los abrigos, así, poniéndose delante las amigas, mire usted, aunque ellas son más de hacerlo entre los coches… Bueno, que veo que le da igual cómo mean las… que ya, que me cae la receta, ¿no?".