“¡Ha muerto Tina Turner! ¡Ha muerto Tina Turner!”, se podía oír en la calle Consistorio, gritos de un hombre a la carrera, gritos que recordaban aquella escena mítica de cuando en Verano Azul va y se muere Chanquete y obligan a uno de los chavales a ir gritándolo a la carrera por la playa algo así como desde Vistahermosa a la Base naval.
“¡Ha muerto Tina Turner!”, le dijo por fin el concejal X, parándose extenuado, al policía municipal que siempre está en la puerta del Consistorio con gesto indolente y que esta vez, para no ser menos, respondió a las palabras del concejal con un encogimiento de hombros acompañado de un leve morrillo tipo anuncio antiguo de Martini. X subió las escaleras, preguntó por la alcaldesa y le dijeron que se encontraba en la sala de reuniones, que pasara, que en realidad le estaban esperando. X abrió la puerta y se encontró a la alcaldesa de Jerez de la Fra, a todo el gobierno municipal y los asesores. Todos. Vaya… otro día malo para X. Creía que llegaba con una noticia de alcance y resulta que, una vez más, ha sido el último en llegar y posiblemente en enterarse.
“Venga, ya está aquí X, podemos empezar”, dijo la alcaldesa e hizo un gesto que significaba, hala, todo el mundo a sentarse. “Como ya sabéis, ha muerto Tina Turner, la reina del rock…”, comenzó su intervención, que fue rápidamente cortada por el propio X, que bien por fruto del cansancio de la carrera a grito pelado, bien porque veía que tenía el día perdido, quiso matizar a la alcaldesa. “Que yo sepa, el apodo de Tina Turner siempre ha sido las Piernas del Rock”, dijo. En ese momento, unos veinte pares de ojos se giraron a mirar a X. “Bueno, da igual… las piernas del rock, ¡qué cosas se decían hace veinte o treinta años! Inaceptable. Pero ese no es el tema, a nosotros nos da igual que un periodistilla gracioso la bautizara así o asao. Nosotros hemos venido aquí a hablar de Lola Flores, como siempre, bueno, casi siempre”, dijo la alcaldesa.
Fue oír esas dos palabras “Lola” y “Flores” y producirse un aplauso largo y cerrado, de esos como los de Corea del Norte. La alcaldesa intervino pasados sus buenos cinco minutos después para parar la habitual atronadora ovación a la genial artista cuyo centenario de su nacimiento se está celebrando en 2023 en Jerez de la Fra. Una vez extinguidas las últimas palmas –que, por cierto, eran por bulerías– la alcaldesa dijo que quería escuchar ideas sobre Lola Flores y Tina Turner, que uno de los asesores le había comentado que, en su momento, Lola dijo que ella era la Tina (Turner, se entiende) de España, que había que hacer algo con tanto poderío y esa analogía, que no se le podía pasar a un Ayuntamiento como el de Jerez de la Fra, siempre atento a las demandas de los ciudadanos.
La concejala Y sacó un plano de Jerez rotulado con todas las avenidas que ya se llamaban “Lola Flores”, eran seis y había otras cuatro en perspectiva; las infraestructuras que se llamaban “Lola Flores”, que eran tres institutos, un pabellón municipal de deportes, un circuito de competición (bueno, el Circuito) y un aeropuerto (efectivamente, el Aeropuerto), dando a entender que empezaba a haber ciertos límites en cuanto al nomenclátor.
El concejal Z, siempre hábil, dijo que, si no entendía mal, de lo que se trataba era de relacionar a ambas artistas, es decir, seguir hablando de Lola con la disculpa de Tina, para lo que propuso que se dedicara en Jerez de la Fra lo que se dedicara finalmente a la artista de Tennessee, debía tener siempre algún tipo de coletilla. Z dijo que podía ser algo del tipo “avenida Tina Turner, la Lola Flores de Tennessee”, idea que fue recibida con una salva de aplausos cerrada, en parte por la propia idea que daba habilmente la vuelta a las palabras de Lola, en parte porque habían sonado de nuevo en el Consistorio las dos palabras mágicas “Lola” y “Flores”. Una vez que cesaron las últimas palmas, siempre por bulerías, inmediatamente se rotularon tres avenidas como posibles receptoras de dicho nombre, no a elegir, sino las tres al copo. Avenida de la Serrana, avenida Andalucía y Puertas del Sur tenían los días contados. “Avenida Tina Turner, la Lola Flores de Tennessee” se había puesto en marcha.
Ya estaban todos levantándose, bastante satisfechos, cuando la concejala V dijo que, desde su punto de vista, la plaza Belén, ese símbolo del nuevo Jerez de la Fra, con su arboleda, su cascada, su auditorio, su estatua a la niña empoderá y el centro cultural Lola Flores, no podía permanecer al margen de este homenaje. “Creo que tenemos ante nosotras dos líneas de trabajo. La primera es traer una exposición de Tina Turner al centro cultural de Lola y, la segunda, poner una estatua de Tina, si puede ser haciendo un giro del baile de ‘Rolling on the river’, enfrente de la de la niña empo…”. La ovación que estálló en la sala de reuniones no dejó a V a terminar la frase. La alcaldesa, los concejales y los asesores batían palmas, lanzaban papeles al aire, mandaban subir unas cervezas e incluso alguna asesora comenzaba precisamente a bailar haciendo el giro del “chu-chu-chu-chu-chu-chu-chu” de ‘Rolling on the river’…
A modo de coda: como siempre algún lector se despista en Facebook, este artículo va de política, no de música...
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