Hay tres posibilidades sobre la mesa, todas ellas incompatibles entre sí, es decir, ninguna sigue o es una consecuencia lógica de una anterior. El reciente derribo del mock up (maqueta, bosquejo o muestra, como lo queramos llamar) de lo que iba a ser la Ciudad del Flamenco de Jerez, que estaba junto a la plaza Belén, precisamente el lugar en el que se iba a erigir esta infraestructura, solo puede responder a una de esas tres posibilidades. A falta de una explicación, digamos, oficial, aquí va una teoría sobre cada una de ellas, sin ninguna preferencia. Advertimos de que los hechos son reales, pero los personajes que aparecen son pura ficción… ¿o no todos y no del todo? Elijan los lectores la teoría que les parezca o, al menos, disfruten del juego, del que no es ajeno la reciente lectura por parte del cronista de la novela-reportaje Obra Maestra, de Juan Tallón, acerca de la desaparición de una enorme escultura del afamado artista americano Richard Sierra que era propiedad del Museo Reina Sofía…
1.- La teoría del no valía. “Es que, seguro que no se podía hacer nada, de verdad. Los mock up no son exactamente construcciones. Es cierto que ésta data de hace cosa de quince años y que a lo mejor podía durar otros diez o quince años, pero es un caso excepcional, no es lo normal. Sí, se ve en las fotos que los materiales empleados para la celosía parecen buenos, pero estas maquetas no se hacen con el fin de que pervivan en el tiempo. Entiendo que en la ciudad se haya creado cierto malestar, porque no deja de ser una obra, o un bosquejo de obra, de uno de los gabinetes de arquitectura más famosos del mundo, como es Herzog y De Meuron, pero el proyecto real, la Ciudad del Flamenco, fracasó.
¡Niño, déjame el monedero en paz, cojones! ¡Qué veinte euros ni veinte euros, joder, que el dinero no cae del cielo! Perdoneee, estos adolescentes… Ya he leído en internet que había quien pretendía que acabara adornando una rotonda o que ‘saliera’ a la plaza, que iba a quedar un tanto colmatada, ya le adelanto, que la plaza Belén, como usted suele decir en sus artículos, tiene su auditorio, su arboleda, su cascada, su zona de juegos y, si me apura, su estatua a la niña empoderá… Ya digo, cualquier traslado iba a ser para unos años e iba a resultar costoso, no sé si merecía la pena… Ah, ¿me dice usted que se dedicaron cinco meses solo a la construcción de este mock up? Pues mire, no vale nada de lo que le he dicho, de verdad, espere a que me acerque a Jerez este verano a ver a mis padres y vaya yo misma a ver los restos sobre el terreno y ya le comento. Y, sobre todo, haga el favor de no publicar nada de lo que hemos estado hablando. ¡Que sueltes el monedero te digo, hostias!”. Testimonio telefónico de la arquitecta Mabel Aparejos.
2.- La teoría política. “No se trata de si valía o no la celosía de Herzog y De Meuron, se trata, una vez más, de ir a por Pedro Pacheco. Así de simple. A sus amigos no nos cabe duda. Se trata de acoso y derribo, de quitar cualquier vestigio de su gestión, que no quede nada relevante que pertenezca a su época. De eso va lo de meter la piqueta en la maqueta, perdón por el ripio. Estamos todos convencidos de ello. Yo no sé si tenía que irse de donde estaba, pero no me negará que la celosía no hubiera quedado bien en cualquier rotonda o en un parque, seguro. O en la misma plaza Belén, aunque como usted suele decir en sus artículos de los sábados esa plaza ya tiene su auditorio, su arboleda, su cascada, su zona de juegos y una estatua a la niña empoderá… Quieren quitar hasta la última piedra de lo que ha hecho Pacheco en Jerez durante tantos años. Vamos, que si pudieran desmontaban hasta el circuito… para volver a montarlo otra vez, jajaja. Ya, sí, usted me habla de las fotos de Pacheco comiendo con los socialistas en la Feria, que sí, que aparentemente se llevan bien, pero una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, una cosa son las buenas caras, echar unas risas, y luego al día siguiente donde dije digo…
Sí, sí, es verdad que José Antonio Díaz [el delegado de Urbanismo] ha dicho alguna vez que tiene a Pacheco como referente, pero eso para lo que sirve al final es para reafirmar lo que le comento, que una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace… ¿Que usted no le acaba de ver el sentido, que incluso se habla de que Pacheco podría ir en las listas del PSOE en las municipales? No sé, yo con él no hablo de eso, ¿y usted, habla con él, le ha comentado algo al respecto? Ah, que solo habla con Pacheco de libros. Pues hace muy bien. Bueno, yo si me entero de algo le llamo, sí, a usted, quiero decir, pero que le quede claro que esto se trata de una acción, una más, contra Pacheco”, conversación telefónica con un ex concejal andalucista que por ahora prefiere guardar el anonimato.
3.- La teoría de la caraja.
-Jefe, ¿qué hacemos con esto?
-(Acercándose al solar desde la calle… hasta que lo ve) Hostia… ¿Y esto qué es? ¡Madre mía, madre mía! Yo me voy a cagar en la puta…
-No sé, pero lo mismo vale algo, jefe…
-A mí en el Ayuntamiento nadie me ha dicho nah de esto. La verdad es que es una celosía bien chula…
-Sí que está guapa, sí, jefe…
-Y que me quiere sonar a mí de los periódicos. Esto debe ser algo de eso que llamaron la Ciudad del Flamenco, pero como ya no se va a hacer… la de pasta que se han dejao aquí enterrada los políticos, joder. Si hasta parece como cuando el Charlton Heston se encuentra al final de la peli de ‘El Planeta de los Simios’ con la Estatua de la Libertad ahí, medio derruida, en la playa…
-No me suena esa peli, jefe, la verdad, que yo solo veo el Netflix… Que bueno, que le decía, ¿que qué hacemos? ¿Nos vamos ya a desayunar y aprovecha usted para hacer alguna llamada a ver qué le dicen? Por aquí no hay muchos sitios, voy a ver si les pregunto a los moritos de la plaza donde nos podemos tomar algo, que yo por aquí, por el centro histórico, ya le digo, solo vengo en Semana Santa a ver a los Judíos de San Mateo y como que no controlo…
-Vamos a ver... Si es que a mí nadie me ha dicho nah de esto joder…
-Pues usted dirá, jefe, que no vamos a estar toda la mañana aquí paraos…
-Si es que nadie del Ayuntamiento me ha dicho nah, hostia, y ahora ponerme a llamar.... ¿Y además a quién llamo? Mira, se acabó. A darle ya a la piqueta y que sea lo que tenga que ser…



