La reencarnación del Dalai Lama, observada desde Jerez de la Fra

¿Desasosiego, admiración, esperanza? La decisión del líder budista no pasa desapercibida entre nuestros dirigentes políticos

05 de julio de 2025 a las 07:30h
El Dalai Lama, con Lady Gaga.
El Dalai Lama, con Lady Gaga.

El Dalai Lama, que está a punto de cumplir 90 años, ha anunciado que ya como que se va a reencarnar. Renovarse o morir… bueno, en este caso la frase hecha es más bien al revés: morir y renovarse. Esto no le ha sentado muy bien a las autoridades de China, que qué va a ser esto, que se ve que para reencarnarse, incluso simplemente para anunciarlo, hay que pedir permiso al Estado. El Dalai Lama es el líder del budismo y eso es tanto como decir que es líder espiritual (y más) del Tíbet, una región muy grande que se anexionó China a mediados del siglo XX, tan grande que su tamaño no podemos ofrecérselo resumido en campos de fútbol como suelen hacer los periodistas de la tele para que la gente se haga una idea, suponemos, del tamaño de una superficie quemada o similar, pero les diremos que es dos veces España, ni más ni menos.

Total, que les decía que el Dalai Lama se va a reencarnar, aún no sabemos en quién, ni siquiera en qué, porque al parecer no tiene que ser necesariamente en un ser humano, aunque en principio sería lo mejor para la causa tibetana, claro. Para los chinos, el Dalai Lama no es solo tibetano, es un tibetano con nacionalidad china en el exilio, lo que complica enormemente todo. Porque… ¿qué va a pasar cuando se reencarne? Por cierto, ¿cuándo se dan a conocer estas cosas? ¿Hay que esperar unos años a que lo anuncie, signo de los tiempos, él mismo, un preadolescente impúber vestido con su túnica anaranjada a través de su cuenta de TikTok? No sabemos, de verdad. Lo que está claro es que Xiaomi o Huawei comenzarían de inmediato su búsqueda para sumar tantos ante el presidente Xi Jinping, que no sería el primer caso en el que hay que monitorizar a alguien ya de bebé para meterlo en vereda…

Este anuncio del Dalai Lama, lo de que se va a reencarnar, no ha pasado desapercibido entre algunos de los próceres de la muy noble, muy leal y, desde ahora, muy budista ciudad de Jerez de la Frontera. Debe haber más casos, claro, pero vamos a centrarnos en la alcaldía, vigía de occidente que, en este caso, mira hacia el oriente en busca de la luz.

Comencemos por la alcaldesa Pelayo. ¿Alguien cree que Pelayo querría ser alcaldesa de Jerez en su próxima reencarnación (decimos próxima porque se entiende que viene de haber tenido varias)? Personalmente, por lo que este cronista conoce a la primera autoridad de la ciudad, diría que no, pero con los políticos nunca se sabe: puede que una vida no sea suficiente. Seguro que Pelayo opta a la reencarnación (perdón, perdón, a la reelección) dentro de un par de años… y muy probablemente ya, pero… (hay que decir ‘pero’, otra vez).

José Antonio Díaz, a examen

Vamos a continuar con José Antonio Díaz, flamante secretario de la agrupación socialista y portavoz municipal. ¿Querría Díaz ser alcalde de la muy tibetana Jerez de la Frontera en su reencarnación? La cuestión que se nos ocurre es que José Antonio lo que quiere es ser alcalde en un par de años, no en otra vida. Con toda la razón. No tendría sentido que todo el despliegue que está haciendo en lo que va de mandato –impagable su ‘Está Pasando’ en redes sociales, su programa de contacto con la realidad municipal y vecinal– se perdiera en el cumplimiento de tradiciones orientales que luego vete tú a saber y a quién reclamas: tiene que ser aquí y ahora. El caso es que en esta vía de purificación todavía le quedan pasos intermedios, como ser candidato de su partido y, posteriormente, ganar y poder gobernar.  

Para una hipotética reencarnación, eso sí, le vemos más cerca de los heterónimos modo Fernando Pessoa que la prensa ha ido creando hacia su persona, por supuesto con su inestimable concurso: ahí están José Antonio ‘Bombero’ Díaz, apagando esta semana fuegos de verdad más allá de los del PSOE local; José Antonio ‘Plataforma Única’ Díaz, ese fino aunque un tanto incomprendido urbanista; José Antonio ‘Algoritmo’ Díaz, ese frío calculador de los días que la alcaldesa Pelayo sirve en Madrid a otros intereses políticos ajenos a los de su bella y noble ciudad y, por supuesto, José Antonio ‘Harakiri’ Díaz, ese ninja de la política local que katana en ristre mira a lo que pueda bajar de la Sierra…  

Ah, no podíamos olvidarnos de Pedro Pacheco. Pedro sí, sin duda, alcalde de Jerez de la Frontera en su reencarnación. Y si no es mucho pedir, a perpetuidad…  

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