El Ayuntamiento de Sevilla ha decidido aplazar el Pleno extraordinario destinado a la aprobación de los presupuestos municipales de 2026, inicialmente previsto para el viernes 19 de diciembre, al próximo martes día 23. El cambio de fecha se produce en un contexto de negociación política, a la espera de que se cierre un posible acuerdo entre el Partido Popular, que gobierna el consistorio, y Vox, cuya posición resulta clave para sacar adelante las cuentas.
Desde el ámbito municipal se ha señalado que el aplazamiento responde a una cuestión de forma y de tiempo, motivada por la necesidad de culminar determinados ajustes y aspectos de carácter técnico pendientes en el documento presupuestario. Esta prórroga en el calendario coincide con la fase final de las conversaciones con Vox, partido que ha condicionado su respaldo a la incorporación de varias de sus propuestas.
El alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, confirmó a comienzos de la semana que el gobierno municipal ha aceptado la mayoría de las enmiendas presentadas por Vox, un total de 16, como base para avanzar hacia un acuerdo. El regidor defendió la viabilidad de un entendimiento entre ambas formaciones, recordando que ya se alcanzó un pacto similar para la aprobación de los presupuestos del ejercicio anterior, con el objetivo de garantizar estabilidad institucional y la aprobación de unas cuentas para 2026.
No obstante, Vox ha planteado nuevas exigencias para otorgar su apoyo definitivo. Entre ellas figura la petición de impedir el empadronamiento de inmigrantes en situación irregular en la ciudad y la solicitud de dejar sin efecto la Zona de Bajas Emisiones en el entorno de La Cartuja. La portavoz municipal de la formación, Cristina Peláez, valoró positivamente la actitud del equipo de gobierno al aceptar la mayor parte de sus enmiendas, aunque advirtió de que el respaldo al presupuesto aún no está asegurado.
Enmiendas a la totalidad
En la oposición, tanto el PSOE como la confluencia Con Podemos-IU han anunciado la presentación de enmiendas a la totalidad. Los socialistas han criticado la gestión del gobierno local, a la que atribuyen un deterioro de los servicios públicos, el abandono de distintos barrios y problemas en materia de movilidad y ejecución de obras. Izquierda Unida, por su parte, ha cuestionado la fiabilidad y justicia del proyecto presupuestario, al considerar que no se sustenta en previsiones de ingresos sólidas, compromete la sostenibilidad de la inversión y responde a una agenda ideológica. Podemos Sevilla ha calificado igualmente las cuentas como regresivas y condicionadas por planteamientos de la ultraderecha.
El precedente inmediato entre PP y Vox se remonta al acuerdo alcanzado para aprobar los presupuestos de 2025, que incluía compromisos como el estudio del soterramiento de la Ronda Urbana Norte, la reactivación de la SE-35, el cierre del Centro de Alta Tolerancia, la creación de una Oficina de Apoyo a la Natalidad, una bajada progresiva de impuestos como el IBI y la construcción de 500 viviendas en el Distrito Portuario. En caso de que las cuentas de 2026 no sean aprobadas el próximo martes, se contempla la posibilidad de una cuestión de confianza vinculada al presupuesto. Si esta tampoco prosperara y no se presentara una moción de censura en el plazo de un mes, los presupuestos quedarían prorrogados de forma automática.


