El Ayuntamiento de Jerez —su gobierno municipal— acaba de sacar adelante (13 votos a favor; 12 en contra) unos presupuestos para 2022 que, lógicamente vienen a allanar el tramo final de su mandato cuando queda poco más de un año para las elecciones municipales. Antes de la votación había un evidente componente político-sanitario, podríamos decir, al incidir parte del foco informativo en la denegación del voto telemático —que iba a ser un no— al concejal Ángel Cardiel, de baja médica, algo que al final no fue determinante, ya que la ausencia de un segundo concejal, en este caso del PP, hizo que no fuera necesario el voto de calidad de Mamen en su condición de alcaldesa para romper el empate que se presumía antes del pleno.
Otro enfoque es el de las cifras, centrarse en los 247,8 millones de euros de presupuesto (ingresos) para todo el Ayuntamiento, incluyendo empresas y organismos autónomos. Este tipo de cifras siempre producen cierto mareo, pero al final qué se puede decir: ¿es mucho, es poco, es justo, sirve para algo? Preguntas más propias para un filósofo de la antigua Grecia que para un humilde cronista días antes de la Feria del Caballo, la verdad. Lo que se puede decir es que es ajustado —que no es lo mismo que justo, claro— ya que la previsión de superávit es solo de 1,3 millones de euros, muy por debajo del 1% del presupuesto, por lo que cualquier desvío, imprevisto, etcétera, a lo largo del año puede significar cerrar con déficit. Por su parte, la previsión de inversión directa del Ayuntamiento se sitúa en 7 millones de euros, una cantidad que no está mal, lógica en un año electoral como el que estamos a punto de afrontar…
Con todo, este cronista prefiere centrarse en comentar cómo está la izquierda (la izquierda a la izquierda del PSOE) ahora mismo en la vida política de Jerez, una especie de metáfora —y en algunos casos más allá— de lo que se vive en el conjunto de Andalucía, la falta de unidad ahora ya a contrarreloj tras la convocatoria de las elecciones autonómicas. En Jerez hay cuatro concejales que forman parte de esa izquierda y cada uno funciona con su propia lógica, como lo demuestra su posicionamiento ante un tema determinante como es la votación del presupuesto municipal. En primer lugar, cabe hablar de Kika González, de Ganemos, que ha sido aliada crítica –pero aliada- de los socialistas durante el mandato.
(Des)Unidas Podemos
El municipalismo de izquierda que representa su marca (en la que estuvo en el anterior mandato Podemos) consiguió superar el 5% exigido exactamente por un puñado de votos. Kika dio el sí a las cuentas municipales. Luego cabría hablar de Unidas Podemos, formación a la que en Jerez solo le falta poner un ‘Des’ en su enunciado. (Des)Unidas Podemos ha evidenciado su situación, decíamos, al dividir su voto: mientras Ruiz Berdejo, de IU, dio su apoyo al gobierno municipal, Rocío Monedero, de Podemos, lo hizo en contra. En definitiva, ya se habrá dado cuenta el conspicuo lector, la aguda lectora, de cómo están en Jerez las cosas para esta coalición: peor que en Andalucía. Por último, hay que citar de nuevo a Ángel Cardiel, que hubiera votado no. Cardiel se ha quedado en las siglas de Adelante Andalucía, con Teresa Rodríguez al frente de un proyecto de izquierda andalucista que ha dejado claro que no quiere saber nada de ir en compañía de las otras izquierdas…
¿Y el concejal Francisco Zuasti, que iba en las listas del PP, ahora es no adscrito y también ha apoyado los presupuestos socialistas? Pues es lo que en química se llama un radical libre… o puede que también entienda esta parte de la democracia al estilo anglosajón (que oye, que muy bien) o, simplemente, es posible que haya descubierto que tiene un socialdemócrata en su interior, quién sabe…
CODA: Viernes de motos en Jerez y menos gente que otros 29 de abril en el centro… incluso sin que cayera en Gran Premio. Alguien debería echar un vistazo a este tema…
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