Un poco tarde para Jerez

Pues miren, por ejemplo, adaptar la Feria del Caballo a la perspectiva de género municipalista que va a defender Sánchez Presidente

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador y colaborador habitual de lavozdelsur.es. Últimamente he publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

Mamen Sánchez y Calviño en la presentación de la candidatura en Jerez.
Mamen Sánchez y Calviño en la presentación de la candidatura en Jerez. MANU GARCÍA

El PSOE nacional tiene previsto aprobar este mismo fin de semana un importante paquete de medidas de carácter municipalista a fin de potenciar sus candidaturas para las próximas elecciones del 28 de mayo. El PSOE mide como nadie los tiempos en la política española y si piensa que poco más de cuarenta días es un plazo suficiente sus motivos tendrá, aunque a este cronista, siempre tan apegado a lo que ocurre en Jerez de la Fra, le da que el partido va un poco tarde, que por lo que se refiere a su ciudad adoptiva los socialistas podrían haber sacado más provecho de cara a las elecciones anunciando con anterioridad las medidas que, parece ser, van en dicho paquete. 

Todo indica que será el propio Pedro Sánchez quien dará a conocer dicho programa marco o como se quiera llamar, pero este cronista insiste en que tal vez Jerez de la Fra, su gobierno municipal, no llegue a tiempo de implementar (preciosa palabra) estas medidas y sacar todo el provecho a las mismas. “Urbanismo de género” o “feminización del callejero”, según recoge el diario ‘El Mundo’, son dos de esas medidas, pero claro, Sánchez Presidente va a hablar a futuros, como base del programa electoral del mandato para los próximos cuatro años que se abre a partir del 28-M, cuando si Sánchez Presidente las hubiera anunciado hace, no sé, un par de meses, Mamen -desde ahora Sánchez Alcaldesa- podría haber comenzado a trabajar ya directamente sobre ellas y que la ciudadanía valorara antes de las elecciones los primeros resultados tangibles de esta, digamos, pequeña revolución programática. 

Ahora Sánchez Alcaldesa está con la vaina, no precisamente baladí, de ver si gobierna o no después de la cita electoral e incluso Sánchez Periodista (es el tercer apellido del autor de estas líneas, que deja por un momento de ser el cronista para evitar la rima fácil) podría estar redactando un artículo plenamente empírico, basado en certezas, y no a futuros, como no le está quedando más remedio.

¿Que qué podría haber hecho ya Sánchez Alcaldesa, antes de que se le haya echado literalmente el tiempo encima? Pues miren, por ejemplo, adaptar la Feria del Caballo a la perspectiva de género municipalista que va a defender Sánchez Presidente. Y lo mejor que podría hacer es ir directamente a la raíz: se ha perdido una oportunidad de oro para que ya en 2023 la Feria del Caballo pasase a llamarse Feria del Caballo y la Yegua. Así de simple. En realidad, sería una fase transitoria para que ya, a partir de, no sé, tal vez 2030, se llamase definitivamente Feria de la Yegua. Como quiera que esta idea me sonaba, he hecho un par de consultas y, efectivamente, hace unos años Fernando G. Taboada, siempre preclaro en lo que se refiere al análisis del pasado, presente y futuro de Jerez de la Fra, ya expuso, no sé si en una de sus extintas columnas en Diario de Jerez o simplemente delante de unos amigos y unas copas de fino por medio, la posibilidad –qué digo la posibilidad, la necesidad- de que la Feria del Caballo se llamara lo antes posible Feria del Caballo y la Yegua para garantizar desde el mismo nombre el carácter inclusivo del evento.

Este nuevo nombre vendría, sin duda, a revitalizar una fiesta que, digámoslo ya, conoció sin duda tiempos de mayor esplendor, antes de que sobre el real se instalasen no solo las casetas, sino el liberal lema ‘laissez faire, laissez passer’ (traducción vulgar: puedes hacer lo que te salga de allí mismo en el parque González Hontoria) como divisa de la misma. Tanto es así que, como cabe recordar, este cronista propuso ya el año pasado en MARCA ACME que la Feria del Caballo pasase a llamarse, en vista de lo visto, Verbena del Jamelgo, a tenor también, según los expertos, de que la cabaña equina imperante en el real tampoco tiene el relumbrón de otrora, aunque se la ve más preparada a la hora de ir sorteando el ruido que sale de las casetas-discoteca a las cuatro de la tarde, eso sí. Quiá, queridas amigas y amigos, dejemos de lado esa triste propuesta de Verbena del Jamelgo y marchemos todos juntos y yo el primero por la senda (no sé a qué viene ahora esta cita-parodia del Rey Felón) exitosa y revitalizante que sin duda marcaría la joven y renovada Feria del Caballo y la Yegua, nombre que el señor Taboada, me consta, ofrece desde ya a la ciudad que le vio nacer y, en consecuencia, frecuentar alegre y profusamente sus bares y librerías.

En realidad, te pones y no paras. Por ejemplo, la perspectiva urbanística de género o, perdón, la perspectiva de género en urbanismo -mejor- da para mucho. A vuelapluma, a este cronista se le ocurren dos cambios en calles cercanas a su residencia y les invita a participar en la generalización de los mismos. A ver… ¿cómo que calle Aire? ¿qué es eso, además, de seguir llamando aire al viento? No, amigas y amigos, con lo bonito que podría ser a partir de ahora jadear y maldecir mientras se suda la gota gorda al borde del infarto durante el ascenso de la cuesta de la Ventisca, precioso nombre. ¿Y de Manuel María González, qué me dicen? Personalmente nada tengo contra el señor fundador de González Byass, ya me contarán, y siempre se le podría poner su nombre a alguna otra calle cercana o a la propia Alameda, pero que la calle Manuel María González pasase a llamarse solo calle de María González sería impresionante, de diez. Ya… ¿y quién era esa señora?, podría preguntar siempre alguien despistado o, por lo que sea, un lector especialmente beligerante. Miren, no hace falta ser un lince para saber que María González no es nadie y que, a la vez, en un nombre como María y un apellido como González cabe todo Jerez…

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