Cuando este cronista no tiene nada que contar siempre se acuerda de un personaje fundamental de los tebeos de su infancia, el reporter Tribulete. En muchas historietas, el reporter Tribulete miraba la hora, se alarmaba al ver que no tenía ninguna noticia que llevarse a la boca y, en consecuencia, decidía darse una vuelta ni más ni menos que por “los bajos fondos” a ver de qué se enteraba y llevarlo a la redacción.
En mi caso, si decido trabajar sin la red que ofrece internet (nótese la redundancia) y la hora apremia, prefiero circunscribir mi vuelta a la taberna o a la botica, según el día, léase cervecería habitual o centro de salud. Ayer –catarro mediante- preferí lo segundo. Nunca falla. Después de pegar la oreja descubrí que el tema del día en mi centro de salud era ‘Vacúneme contra la Gripe’, para algunos clientes-pacientes en clave rogatoria, para otros, imperiosa, para todos fuera de plazo porque la idea era que este tema estuviera liquidado en diciembre. Y es que estamos a 22 de enero y la campaña comenzó hace exactamente tres meses, el 22 de octubre. ¿Hace ya tiempo, verdad? Eran sobre todo mayores (de 65 años), pero también había casos de los otros colectivos a los que se recomienda específicamente que se vacunen.
Es cierto que el virus se ha hecho presente más tarde de lo habitual, es cierto que hasta bien entradas las Navidades ha hecho buen tiempo… y es cierto también que al final pasa lo de siempre (perfectamente recogido por el refrán: nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena). Es una manera de ser. Aquí, hasta que no lo ves por la tele…
Pese a todo, probablemente les atiendan. Para eso aquí también somos así.
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