El otro día la flamante alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, se refirió al ‘efecto Juanma’ o ‘a la manera de Juanma’, como lo queramos llamar, ese algo que se basa en “los políticos estamos aquí para solucionar los problemas de los ciudadanos, no a crearlos” como piedra angular de su doctrina, como "el Juanmismo”. Ese es el término que utilizó, fijando ya un nombre a dicha corriente (o forma de hacer) política de Juanma Moreno que ha llevado al PP en Andalucía a cotas insospechadas tras las municipales, con el partido gobernando en las ocho capitales más Jerez de la Fra y en seis diputaciones. Todo un hito.
Lo cierto es que, candidato del PP que obtiene un buen resultado, candidato que se ve impelido a decir que Juanma, cual espíritu santo (mejor con baja, no queremos tocar las narices a nadie por ese lado) está detrás de su victoria.
No sé, a este cronista se le ocurren varias reflexiones al respecto del ‘Juanmismo’. ¿Merece un nombre propio la política de Juanma? Eso es cosa del partido, pero parece que en España es cuestión de tiempo que se encasquete una etiqueta así, aunque habitualmente ha sido cosa más de periodistas e incluso de historiadores: ahí están el ‘felipismo’, el ‘guerrismo’, el ‘aznarismo’ o, más recientemente, el ‘sanchismo’. Este es ese tipo de cosas que, cuando las ves –en este caso hablo del político-, lo mismo no te dice nada, pero cuando ves que se las dan a otro, pues… Zapatero, por ejemplo, estuvo ahí ahí, ‘zapaterismo’ se oyó en su día, pero no llegó a cuajar; Rajoy no tuvo ninguna opción… pero él es un caso evidente de que el tema se la traería al pairo; ‘chavismo’ sonaba muy venezolano y ‘ayusismo’ se ha oído, pero tal vez está muy verde...
¿Merece pues, Juanma (en Andalucía solo hay un Juanma) que salga ya el término ‘Juanmismo’ o tal vez habría que esperar un poco? Pues este cronista, que para eso está, para dar su opinión sin que se le pidan, se muestra partidario de esperar un poco. No tanto para valorar los méritos incontestables del líder que ha llevado al partido a sus máximos andaluces, sino por valorar la palabra que se le va a dar. ‘Juanmismo’… no sé, a ‘Juamismo’ es como que le falta algo. Conociendo a los partidos, no sería de extrañar que el lanzamiento que se ha hecho desde Granada sea una prueba, una especie de globo sonda a ver cómo funciona, primero entre la prensa y, después, entre el conjunto del personal, de Ayamonte a Níjar, de Aldeaquemada a Tarifa...
Personalmente ‘Juanmismo’ no me convence, lo digo ya. Además, si se hace el desglose, queda Juan Mismo, un poco extraño, un poco pagado de sí… y encima es muy parecido a uno de los principales personajes del novelista Martin Amis, Johnny Self, el protagonista de ‘Dinero’; sí, vale que Johnny viene a ser Juanito pero… este personaje, Johnny Self, que te tienes que reír con él, desde luego, está en las antípodas de la seriedad, urbanidad y educación de nuestro Juanma.
Otra opción sería ‘Juanmaismo’, pero parece un poco rebuscado y me da que a más de uno ese diptongo ‘ai’ se le iba a hacer bola.
¿Y una propuesta, así, como de corte rapero, en la que alguna inicial sustituya a una de las dos palabras, algo así como el ‘J.mismo’, pronunciado en español ‘Jotamismo’, y que en inglés, en caso de que el hasta ahora ‘efecto Juanma’ desborde Andalucía y siga su expansión mundial, se pronunciaría ‘Yi-mismo’, que incluso así, leído, tiene un punto como chino? Pues todo muy internacional, merece que se le dé una vuelta.
Seguro que los cuadros del PP están “trabajando en ello” como diría José María Aznar. Desde estas líneas, sabiendo el lector como sabe que nos concentramos en la muy noble y muy leal ciudad de Jerez de la Fra, le diría a su también flamante alcaldesa, María José García-Pelayo, que no se precipite con el uso de ‘Juanmismo’, que esto, el uso del término, puede dar todavía muchas vueltas… Eso sí, si definitivamente se observa que cuaja el ‘ayusismo’, desde Andalucía habría que actuar sin demora...
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