¿Toldos? ¿Parras? ¿Toldos con ‘estampado’ de parras? Todo es posible en esa viña del Señor llamada Jerez de la Fra, la muy noble, muy leal y ahora, poco a poco, muy entoldada.
Como vecino del centro de Jerez, solo se puede estar a favor de los toldos, sin más opinión. Como cronista (tengo esa doble cualidad)… no sé, es decir... a favor, pero no sé –eso es lo que quería decir– si era necesario el estampado viñista.
La gente que pasa habitualmente por calles como Latorre o Algarve habrá notado que, en efecto, ahora hace menos calor en estas dos vías, dos calles estrechas que no tienen arbolado… igual que lo habrán notado las tiendas y los bares y restaurantes que hay en estas dos calles, sobre todo en Latorre, ya que algunas terrazas que a mediodía eran abiertamente sitios inhóspitos, se han convertido al menos en aceptables: vaya, que no hace falta ser guiri o uno de esos pirados de las terrazas que han surgido tras el covid (fenómeno, por cierto, pendiente de una investigación científica multidisciplinar) para decir, “venga, me siento”, que hablando de terrazas, este cronista, técnicamente ‘animal de barra’, siempre se va a mover más cerca de la cesión que del convencimiento.
El caso es que el Plan Toldos de Jerez, convengamos en llamarlo (aunque sonar, no suena muy allá), se mueve entre la contracción y la expansión que, dicho así, suena parecido a alguna teoría por demostrar que hubiera dejado escrita Einstein una aburrida tarde de lluvia. Contracción, expansión… y cabría añadir polémica, ya que al final se han enzarzado PP y PSOE. El caso es que estamos cerca de entrar en agosto y todavía no se han puesto los toldos que se anunciaron para la calle Larga… y sí, parece que ya va siendo hora, a no ser que se quieran aprovechar para cuando lleguen las primeras lluvias otoñales en septiembre u octubre, lo que llevaría al Plan Toldos a convertirse en un plan pluriestacional verano-otoño. El cronista aquí no puede decantarse: en primer lugar, es de lo que piensa –contrariamente a los tuiteros recalcitrantes–, que no se puede tener una opinión sobre todo y, en segundo, porque comprende tanto la oportunidad política del PSOE desde la oposición… como la prudencia del PP en el gobierno municipal.
Pero habíamos quedado en que el Plan Toldos de Jerez estaba en una fase contractiva-expansiva, paradoja, ya digo, al borde de la conjetura astrofísica. Mientras Larga espera a que llegue su momento, vemos como se abren nuevas alternativas, tras el anuncio por parte del gobierno municipal de que la plaza Belén tendrá una zona emparrada. Pues ahí lo tienen: un plan detenido… que crece y que, en puridad, debería dar paso al Plan de Toldos y Parras de Jerez.
En efecto, el gobierno municipal ha decidido mitigar, al menos en la zona donde irá el futuro Museo del Flamenco los efectos del calor en una plaza ‘dura’, que es un eufemismo que utilizan los arquitectos para referirse, básicamente, a un lugar con poco verde y mucho cemento o piedra. Pues eso, en las próximas semanas, la plaza Belén, con su canalito, sus arbolitos, su auditorio y su estatua a la niña empoderá y todo, tendrá una nueva infraestructura (por cierto, el gobierno municipal debería plantearse la posibilidad de poner a la niña empoderá bajo la parra) destinada a aportar sombra y solaz a la plaza socialista por excelencia de Jerez.
Ahora, que para parra (joder, vaya sucesión de palabras) hay varios ejemplos urbanos en el centro de Jerez que están bien y no hablamos de la calle ‘privada’ Ciegos de González Byass (que bueno, que también). Basta con darse una vuelta, por ejemplo, por la calle Cadena, que está muy bien y sobre la que no vamos a dar más detalles no se vaya a llenar de instagramers o similar, deseosos de vivir la experiencia única de fotografiar una parra…
Bien, las espadas están en todo lo alto. ¿Conseguirá el gobierno municipal completar su Plan de Toldos y Parras en tiempo y forma poniendo fin a la paradoja en la que se debate? ¿La oposición conseguirá réditos políticos explicando “qué está pasando” con este tema a la ciudadanía? Amigas y amigos, permanezcan atentos, no desconecten en agosto…
