Realmente hay días en los que la actualidad te da sorpresas y lo hace si te entretienes en leer la letra pequeña de las noticias, del tercer párrafo en adelante. Por ejemplo, ayer era un día para enterarse de que el río Guadalete se convertía oficialmente en navegable (sin motor) en diez kilómetros que transcurren en el término municipal de Jerez, todo un notición para un día de puente, desde luego, pero, en realidad, ¿qué es lo que consigue llamar mi atención? Que entre La Corta y La Ina (a la altura de la ermita), los dos puntos entre los que ha quedado formalmente abierto el tráfico naval a mínima escala, hay ni más ni menos que diez kilómetros de distancia por el río. Joder, increíble.
¿Pero qué tipo de río es este? Dos más que por carretera (que en honor a la verdad, debo decir que también pensaba que era dos o tres kilómetros menos). Me entero de que es cosa de los meandros, que ahí abundan mucho, mientras quién me lo dice se encoge de hombros, pensando, seguro, que ‘a éste qué pica l’ha dao hoy’.
No sé nada de ríos, ni de navegación ni de meandros… bueno, de meandros sé algo, pero de los de la política. Vale que se desbrozó el soto, se han abierto equis senderos y ahí está el centro de interpretación, pero pensándolo un poco… vamos a ver: ¿cuánto tiempo sigue pasando en Jerez desde que se dicen las cosas hasta que se hacen? Y joder, que además estamos hablando del río Guadalete, que de Sevilla para arriba solo lo conocen los moteros que van a El Puerto a comer enfrente langostinos (des)congelados durante el Gran Premio y les suena a otros cuatro cincuentones que abrieron en su día la Enciclopedia Álvarez por la página de esa batalla.
Que si se iba a integrar en la ciudad (¿cuál?), que si su uso lúdico, que si su uso deportivo… tantas cosas que yo pensaba –siempre ingenuo- que ya se habían hecho hace años y de las que la ciudadanía seguro estaba disfrutando a tope, que para eso tenían pinta de gratis. ¿Y qué nos encontramos? Sorprendentemente, con que entre La Corta y La Ina (a la altura de la ermita, eso sí) hay diez kilómetros. Por el río.


