La decisión de IU de dar su apoyo a los presupuestos del PSOE en el Ayuntamiento de Jerez deja a los cinco concejales de Ganemos con toda la presión.
Como le ocurriera al PSOE recientemente en el Congreso de los Diputados, Ganemos se ha encontrado en el Ayuntamiento de Jerez con una presión con la que, desde luego, no contaba ni cuando dio su apoyo a los socialistas al comienzo del mandato ni hace unas semanas, cuando decidió negárselo. El PSOE no quería que gobernara el PP, no se veía pactando con Podemos e independentistas (ejem, bueno, luego se vio que algo de eso llegó a hablarse) y tampoco quería terceras elecciones… Y claro, todo no puede ser y al final pasó lo que pasó. Ahora y aquí es Ganemos Jerez quién se enfrenta a una situación que guarda ciertas similitudes con el tiro en el pie, por supuesto a cámara lenta, al que hemos asistido con el PSOE a nivel nacional. La decisión de IU de dar su apoyo a los presupuestos del PSOE en el Ayuntamiento de Jerez deja a los cinco concejales de Ganemos con toda la presión, ya que es imposible que el PP apoye en un asunto de esta trascendencia al partido que le arrebató la alcaldía tras haber ganado las elecciones y Ganemos puede terminar votando en distintos temas cruciales (presupuestos si se llevan a pleno, moción de censura de plantearse) igual que el PP, lo que sin duda provocará exactamente la respuesta –la búsqueda de rédito político- del PSOE en la que exactamente está pensando el lector.
Ganemos por ahora sigue instalado en su particular –por seguir con la similitud- ‘no es no’, con continuas justificaciones a su actitud y en distintos ámbitos. Más allá del fiasco de la reincorporación de los afectados del ERE -la espoleta de la actual situación que vive el Ayuntamiento- desde Ganemos se sigue cargando contra Mamen Sánchez como máxima responsable de la ruptura, responsabilizándola directamente de que parara la aprobación de los presupuestos municipales cuando los tuvo sobre la mesa justo antes de las vacaciones de verano.
En la medida en que Ganemos persista en su actitud, y con la alcaldesa confirmada por su partido, todo indica que la posibilidad de que Mamen Sánchez se someta finalmente a una cuestión de confianza irá tomando cuerpo (una figura, por cierto, inédita hasta ahora en lo que se refiere a su aplicación en el Consistorio jerezano). La propia alcaldesa ya ha dejado caer que no tiene miedo a esa posibilidad que ya planteó hace semanas IU, mucho antes de que la formación de izquierdas decidiera aparcar, al menos en lo que al presupuesto se refiere, las diferencias que mantiene con el PSOE y, sobre todo, con la propia Sánchez.
El PP por su parte ha advertido de que si la alcaldesa se somete a cuestión de confianza lo haga en relación al no, al apoyo que no recibió, del pleno municipal sobre la modificación de las ordenanzas fiscales y no sobre los presupuestos, que previamente debería llevar a pleno. La diferencia es total, ya que la primera acarrea el cese de no prosperar y la segunda no porque se abre un período en el que debería haber y prosperar una moción de censura, una situación que nos devuelve al nudo gordiano en que se haya el Ayuntamiento de Jerez: el PSOE no va a votar a un candidato que no sea de su partido ni va a capitanear una iniciativa de este tipo contra sí mismo… o misma (léase Mamen Sánchez).
Bien, otra semana que concluye con algunos movimientos, con el gobierno socialista adoptando tácticas que, de alguna manera, recuerdan a las aplicadas por Mariano Rajoy: tranquilidad y dejar que las cosas maduren y maduren, hasta que incluso lleguen a pudrirse. Bien, la efectividad de las tácticas se conoce siempre a posteriori…


