Centro penitenciario de Archidona, en una imagen de archivo.
Centro penitenciario de Archidona, en una imagen de archivo.

El pasado 18 de diciembre se celebró el Día Internacional del Migrante, establecido en el 2000 por la Asamblea General de las Naciones Unidas con el fin, en sus propias palabras, de asegurar el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los que salen de su país de origen para luchar contra la adversidad y buscar una vida mejor. Ese mismo día se contaban ya 3000 migrantes muertos a lo largo del 2017 en su intento por llegar a Europa. Diez días más tarde, el 29 de diciembre por la mañana, se encuentra ahorcado con una sábana en la celda en la que dormía, a un argelino de 36 años, Mohamed Bouderbala, que había llegado a Murcia en una patera. El 20 de noviembre había sido recluido, junto a otros 550 inmigrantes, en la nueva cárcel de Archidona, todavía no acondicionada como tal, que el Ministerio del Interior utiliza “provisionalmente” como CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros).

El hombre esperaba ser expulsado de un momento a otro, como así ha ocurrido ya con unos 400 de los internos de este CIE. Las ONG que trabajan con estos inmigrantes y que, desde el primer día denunciaron las deficientes condiciones del centro penitenciario para el acogimiento, no habían podido aún contactar con el fallecido. No sería de extrañar el suicidio, dado el enorme grado de estrés que afecta a estas personas por las duras experiencias que han vivido durante la travesía y por su situación de desamparo, sin conocer el idioma, sin poder hablar con sus familiares, sin el asesoramiento de un abogado, sin la atención médica —sobre todo psicológica y psiquiátrica— adecuada. Porque a pesar de que legalmente tienen derecho a ello, son prestaciones que llegan sólo de forma muy precaria, según Andalucía Acoge. Se pidió la comparecencia en el Senado del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, para que aclare las circunstancias de la muerte de este joven argelino del que en un principio ni siquiera se dio el nombre. Y es que la deshumanización del otro, el no ponerle nombre ni cara, es un socorrido recurso para que no sea contemplado como persona. Se ha pedido además que se aclaren las condiciones que siguen sufriendo los que todavía están recluidos.

Por su parte, Málaga Acoge ha exigido que cesen las expulsiones hasta que se conozcan todos los detalles de lo ocurrido en la cárcel, para evitar la fuga de posibles testigos y conocer mejor los motivos que llevaron a este hombre al suicidio, si es que se confirma que ha sido ésta la causa de la muerte. En el mismo sentido se acaba de pronunciar en Archidona el hermano del fallecido, Ahmed Bouderbala, que niega el suicidio, ya que afirma que su hermano no era depresivo y se quejaba, sí, de la comida y el frío, pero no de la vida. También denuncia que la misma tarde que murió les habían pegado a todos y que a Mohamed le habían pegado incluso dentro de su habitación. Pide una investigación independiente, ya que los familiares, cuatro días después de haberse encontrado el cadáver, siguen sin ver el cuerpo, y la autopsia, aunque la policía afirma que confirma el suicidio, sigue sin hacerse pública.

Por contra, el pasado lunes dos autobuses con varios argelinos del grupo de internos abandonaba las instalaciones camino del transporte que los llevará de vuelta a Argelia. Los miembros de la Plataforma Ciudadana contra el CIE de Archidona, que también había pedido la paralización de las deportaciones, y algunos de los familiares, entre ellos el hermano del fallecido, intentaron parar los autobuses sentándose a las puertas del recinto, pero la Policía Nacional disolvió con violencia la sentada. La utilización de este nuevo centro penitenciario como CIE ha sido muy criticada por las organizaciones humanitarias, no ya sólo porque se trata de un presidio, sino porque los inmigrantes estuvieron varias semanas sin que se les facilitara, por ejemplo, ropa de abrigo o agua para el aseo personal. Se trata, como se viene haciendo desde hace tiempo, de equiparar a estas personas, pobres y sin papeles, con delincuentes; es más, a los delincuentes españoles se les trata bastante mejor, en general.

El Ministerio del Interior ha anunciado, a raíz de las denuncias de diputados españoles en el Parlamento europeo, y de la petición de dimisión del ministro por parte de IU, la apertura de una investigación para conocer las circunstancias del suceso, a la que se sumará el informe del forense que confirmaría la causa de la muerte. ¿Se hará una investigación independiente?¿Conoceremos alguna vez esos resultados? ¿O todo quedará en el olvido, como los resultados de tantas otras investigaciones anunciadas? No es la primera vez que la palabra suicidio aparece relacionada con un CIE. En 2008, en otro CIE malagueño, ahora cerrado, el CIE Capuchinos, un interno intentó suicidarse, fue expulsado y murió a las pocas semanas. En este mismo CIE,  dos años antes, después de las denuncias de violencia sexual contra las migrantes, se expulsó a todos los allí recluidos.

En el CIE de Aluche (Madrid), SOS Racismo denunció el trato recibido por uno de los “acogidos”, tras varios intentos de suicidio, también en 2008. En el de Valencia se presentaron dos denuncias por intento de suicidio hace dos meses. En todos los casos, alrededor de estos sucesos, se relatan denuncias por malos tratos, incluidos los físicos, o por malas condiciones generales. Y las fugas o intentos de fuga son constantes. Es cierto que los CIE están saturados, e igualmente los centros de menores donde son recluidos los inmigrantes menores no acompañados que han llegado a las costas andaluzas en gran número este último verano. La mayoría de los que ingresan en ellos son chavales marroquíes, que miran muchas veces con malos ojos a otras personas de color procedentes del Africa subsahariana también alojadas allí, lo que puede igualmente crear conflictos.

El drama subsiguiente que se vive a diario en el mismo Jerez y otras ciudades andaluzas es el hecho de que cuando estos chicos cumplen los 18 años son automáticamente puestos en la calle, sin recursos, sin tener adónde ir ni dónde alojarse. Es una situación que la ONG Voluntarios por otro mundo, dirigida por Michel Bustillo en Jerez, ha denunciado repetidamente y que intenta paliar por todos los medios a su alcance. Pero son tanto la Junta de Andalucía como el Gobierno central y por supuesto los gobiernos europeos los que deben aportar soluciones a este terrible estado de cosas. No se puede continuar improvisando, mirar para otro lado ante una tragedia humana de dimensiones gigantescas ni tampoco, como se está haciendo, retener a los migrantes en Libia para que no lleguen a ese precioso paraíso soñado que la mayoría de las veces se les convierte en un auténtico infierno.

Los que logran escapar de Libia la describen, efectivamente, como un infierno: terrorismo, pistolas, torturas, prisión, tráfico de personas. Dicen que es mejor morir que volver allí. Se trata, en efecto, de un estado fallido tras la caída del régimen de Gadafi en 2011, con milicias y mafias pululando por todas partes, además de un punto negro a nivel informativo. En Libia no hay periodistas. No conviene ver ni conocer el horror. Pero la realidad es que la Unión Europea ha ido firmando acuerdos con una de las facciones que controlan el país norteafricano para que ejerza de muro de contención en la ruta migratoria. Ha equipado con cientos de millones de euros a la guardia costera libia, euros que sirven también para mantener y construir más campos de detención y “otros proyectos relacionados con la migración", según la declaración de los Estados de la UE el pasado febrero en una cumbre en Malta.

Como dice Médicos sin Fronteras, el sistema de detención en Libia está podrido: “No es más que una próspera empresa de secuestro, tortura y extorsión”, denuncia esta ONG. Y afirma que sus equipos, que llevan más de un año asistiendo a las personas retenidas en los centros de detención de Trípoli, han sido testigos directos del régimen de arresto arbitrario, extorsión, abuso físico y privación de servicios básicos que hombres, mujeres y niños sufren en estas instalaciones. Son las políticas europeas, con su financiación, las que están fomentando este sufrimiento humano. Los acuerdos desde luego han dado resultados, ya que las llegadas a Italia han descendido. Pero esta política alimenta un sistema abusivo y criminal que ha llegado al extremo de permitir la venta de seres humanos en subastas de esclavos, como en la Antigüedad, como en la Norteamérica del siglo XIX. Las subastas no son nuevas, pero en esta ocasión hay pruebas gráficas que documentan la venta de personas migrantes.

Según testimonios recogidos por la OIM (Organización Internacional para las Migraciones), tras el viaje hasta Libia por el desierto del Sáhara, los que logran sobrevivir son recluidos en centros de detención masificados, en condiciones deplorables, y sometidos a torturas y vejaciones constantes. Muchas veces ni siquiera son recluidos en estos centros, sino en casas particulares o garajes donde hacinan a cientos de seres humanos que posteriormente son vendidos como esclavos, utilizados para exigir dinero a sus familiares, lanzados al Mediterráneo en embarcaciones precarias o simplemente ejecutados si no obtienen de ellos más beneficios económicos. Atrocidades que hieren la conciencia humana y que deberían hacer que nos planteemos esta pregunta: ¿Son los derechos humanos universales o en la práctica son sólo para los ciudadanos de la Unión Europea?

Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/D%C3%ADa_Internacional_del_Migrante

www.elmundo.es/andalucia/2017/12/29/5a46364d22601d7b368b4651.html

http://www.eldiario.es/andalucia/malaga/Hallan-muerto-Archidona-inmigrantes-internos_0_723727922.html

Revista de Médicos sin Fronteras 111, noviembre de 2017, p. 8.

http://www.publico.es/sociedad/subastan-inmigrantes-y-refugiados-convertidos-esclavos-libia.html

Diario Sur, Málaga. Fernando Torres, “Continúan las deportaciones en el “CIE” de Archidona entre protestas de colectivos sociales”, 02/01/ 2018.

www.eldiario.es. Andalucía. Néstor Cenizo, “El hermano del fallecido en Archidona reclama una investigación independiente y parar las expulsiones de posibles testigos”, 02/01/2018.

Cadena Ser. Noticias de las 8.00 h, 18-12-2017.

Cadena Ser. Informativo de las 9.00 h, 29-12-2017.

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído